Un grupo de militares cumple hoy dos meses ininterrumpidos de protesta contra Hugo Chávez.
Si bien es cierto que la oposición al presidente venezolano, Hugo Chávez, comenzó hace un año, hoy se cumplen dos meses de una campaña ininterrumpida para exigir su renuncia.
El pasado 22 de octubre, catorce militares de alto rango se declararon en rebeldía y se instalaron en la Plaza Altamira, ubicada en municipio de Chacao, zona de clase media y alta, al este de la capital venezolana.
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Comenzaron catorce, todos participantes del golpe de Estado del pasado 11 de abril, en que por 47 horas, Chávez fue despojado de la Presidencia.
Bajo el mando del general Enrique Medina Gómez, los militares disidentes han permanecido en la Plaza desde la que exhortan a los permanentes visitantes y transeúntes a unirse en su vigilia, que solo terminará “cuando Chávez se vaya”. Después de dos meses ya no son solo catorce, al grupo original se han sumado otros 102 militares, de diferentes rangos.
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La toma de la Plaza y su declaración como ‘zona liberada’ fue el empujón que necesitaron los grupos de oposición para reanudar su lucha contra el Mandatario, al que acusan de provocar la división y empobrecer al país.
Desde la Plaza la Coordinadora Democrática, que agrupa a las diferentes organizaciones políticas y civiles que exigen la renuncia de Chávez, convocó al paro nacional contra el Gobierno, que ayer cumplió 20 días. Es aquí a donde recurren los antichavistas para enterarse dónde y cuándo será la próxima concentración, aprender nuevas consignas contra el Gobierno, comprar los últimos artículos antichavistas (camisetas, prendedores, gorras) o simplemente encontrarse con otros que también reclaman un gobierno “que no sea comunista, ni autoritario”.
La Plaza o simplemente Altamira se ha convertido en un verdadero símbolo de resistencia, triunfo, rebelión y desafío al régimen de Chávez.
Si el que llega a Caracas es turista puede saber si quien lo guía es antichavista o chavista cuando le pregunten: “¿Ya visitó la Plaza?” o “¿Ya estuvo en la esquina?”.
Y es que como todo, desde hace un año en Caracas, las plazas y rincones de la ciudad también están divididas. Los chavistas tienen su propia Altamira. Es la ‘esquina caliente’, en la Avenida Bolívar.
Allí se puede encontrar a diario a los partidarios del Mandatario, que apenas dos días después de la toma de Altamira, decidieron apoderarse de esta plaza.
Es el lugar de reunión de los mayores partidarios del Gobierno, entre ellos a Lina Ron, la principal dirigente chavista. Con cargo de comandante, Ron organiza y convoca con mucha efectividad las improvisadas marchas y acciones de los círculos bolivarianos, con una capacidad de organización que roza la precisión militar.
Esta ama de casa que reside en uno de los sectores más populosos de la ciudad (Catia), dedica a ello todo su tiempo, motivada por algo que bien puede ser calificado como una verdadera pasión por Chávez, a quien considera “el único que se ha acordado de los pobres”.
Dos meses después de la división del país en sectores chavistas y antichavistas, Venezuela continúa en medio de una crisis política que amenaza con prolongarse hasta después de Navidad, ante la falta de perspectivas de un acuerdo entre el Gobierno y la oposición.
CRISIS
Policía
La oposición utilizó ayer el 33º aniversario de la Policía Metropolitana para mantener sus manifestaciones contra el gobierno de Hugo Chávez. También celebraron la ordenanza del Tribunal Supremo de desmilitarizar el cuerpo policial.
Advertencia
Estados Unidos, Alemania, Canadá y Gran Bretaña han pedido a sus ciudadanos que eviten viajar a Venezuela y a los que se encuentran ahí que abandonen el país, por temer a un estallido de violencia en las próximas semanas, debido a la prolongación del conflicto.
Petróleo
Alí Rodríguez, presidente de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), admitió ayer las millonarias pérdidas que está provocando el paro indefinido, al que se sumaron los trabajadores y decenas de directivos petroleros. Según Rodríguez, Pdvsa, la principal industria del país, ha perdido, en los últimos 18 días, 1.000 millones de dólares debido a la paralización de las exportaciones.
Pilín León
Militares venezolanos detuvieron a parte de la tripulación del buque Pilín León, estandarte de los gerentes rebeldes de Pdvsa. El buque fue el primer tanquero que ancló en el lago Maracaibo (500 km al oeste de Caracas) para desatar la parálisis de la industria petrolera.
Exportaciones
Venezuela espera exportar en los próximos días más de tres millones de barriles de crudo hacia Estados Unidos (su principal comprador) y Trinidad. “Tenemos nominados ocho buques que deben sacar unos 3.805.000 barriles para destinos como Lake Charles y Corpus Christi, en los Estados Unidos y Trinidad”, aseguró el presidente de Pdvsa, petrolera Alí Rodríguez.