Además se ha anunciado la clausura de un tercio de las franquicias en Uruguay y de otras tantas en EE.UU.

En la capital boliviana, la nostalgia envolvió al símbolo multinacional de los dos arcos dorados y hubo un niño que dejó de lado su ilusión de juguetes navideños y decidió pedir a Papá Noel que “McDonald’s no se vaya”. “El pequeño le dejó su carta a la cajera”, dijo una empleada de los 300  trabajadores de los 8 restaurantes que cerró la cadena McDonald’s en tres ciudades de ese país.

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Tras la clausura de los 10 locales en Uruguay, un comunicado aclaró que se mantendrán los puestos de trabajo mediante un plan de redistribución de los aproximadamente 300 empleados que en ellos trabajaban.

En Paraguay, los cerca de 30 que laboraban en la clausurada franquicia de la ciudad de Encarnación, los absorberá el establecimiento que funciona en Ciudad del Este, a 330 kilómetros de la capital y en la frontera con Brasil.

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Los cierres de la cadena de restaurantes, en estos tres países, se deben a la baja rentabilidad que generaban, debido a la crisis económica general, según afirmó un comunicado oficial de McDonald’s.