Un grupo de físicos vieneses ha logrado observar directamente a un electrón en la nube del átomo, después de desarrollar una sofisticada tecnología con el fin de lograr ese objetivo nunca alcanzado hasta ahora.

El logro del equipo del Instituto de Fotónica de la Universidad Técnica de Viena dirigido por Ferenc Krausz tendrá una amplia gama de aplicaciones prácticas, ya que permitirá un mayor conocimiento de del mundo atómico y molecular.

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La tecnología desarrollada en Viena impresionó al mundo de la ciencia el año pasado, cuando logró un nuevo récord de emisión de pulsos de rayos X ultra cortos, con los que penetrar en el interior del átomo y observar los electrones.

La prestigiosa revista británica "Nature" publica ahora, en su nueva edición, los primeros resultados prácticos de esas observaciones.

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Producidos mediante impulsos de láser, esos rayos de una duración de 650 attosegundos -unas fracciones de 21 ceros- los científicos desentrañan fenómenos en el "micromundo" de los átomos y moléculas.

El procedimiento es comparable al de una cámara de alta velocidad que "congela" el movimiento, por ejemplo, de un proyectil, y cuanto más corto es el rayo, tanto mayor es la resolución con la que los físicos "ven" nuevos aspectos de la vida interior del átomo.

Los físicos vieneses consiguieron hacer salir a un electrón de un campo nuclear y medir así el llamado "agujero", el lapso de tiempo que pasa hasta que es sustituido por un electrón de una órbita exterior del átomo, explicó Krausz a la prensa en Viena.

Para ello enviaron, poco después del primer pulso de rayos X, un segundo rayo de luz visible, algo más largo, con el cual captaron imágenes momentáneas del fenómeno.

La duración del "agujero" era la cuestión que más interesaba a los físicos, no sólo de interés para la investigación básica, sino porque se considera esencial para poder desarrollar el llamado "láser de rayos X".

Los científicos utilizaron para el experimento átomos del gas noble criptón y la duración del primer pulso de rayos X fue menor de un "femtosegundo" (equivalente a mil attosegundos).

Los expertos explican que la proporción de un femtosegundo con respecto a un segundo es aproximadamente comparable a la de cinco minutos con respecto a la edad del Universo.