Bolillo Gómez encontró la fórmula perfecta para que el jugador ecuatoriano reaccione con personalidad y pierda el temor. Esa fue la clave de su éxito en las eliminatorias.

Por su forma de ser, espontáneo, frontal y algo atrevido cuando ha querido decir lo que siente, muchos  creen que el  colombiano Hernán Darío Gómez es un ser resentido, sin formación, que creció en un barrio pobre de Medellín, la Tacita de Plata, donde vino al mundo un 3 de febrero de 1956.

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Pero quienes así piensan están muy lejos de la realidad. Ese hombre de mediana estatura, que llevó a Ecuador a la primera Copa del Mundo de su historia y que alguna vez confesó que como jugador fue un indisciplinado e incluso se dopaba, creció en los mejores barrios de la capital del departamento de Antioquia.

Fue en Prado, Estadio y Laureles donde vivió con sus padres: Hernán Gómez Agudelo y María Teresa Jaramillo. Allí creció y junto a sus cinco hermanos: Juan Fernando, Adriana, Gabriel Julio -el Barrabás-, María Adelaida y Ana Cristina, tuvo la oportunidad de educarse en los mejores colegios de la tierra paisa.

Y ahora, cuando no está con los seleccionados del Ecuador, comparte su vida con su único heredero, Daniel, y su esposa, Diana, en El Poblado, sector residencial de la bella Medellín, donde tiene una acogedora y sencilla residencia.

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En ese lugar están los más bellos recuerdos que el balompié le ha dado al Bolillo. En un cuarto pequeño él tiene una hermosa colección de balones de fútbol con los que recorrió distintas canchas del mundo, mientras estuvo en el cuerpo técnico de Colombia, selección con la que llegó a tres mundiales: Italia 90, Estados Unidos 94 y Francia 98.

Bolillo tenía 29 años, en 1985, cuando se inició como técnico. Comenzó en las menores del Atlético Nacional, club con el que en 1991 alcanzó el título colombiano de primera división. Con ese mismo equipo logró, como asistente de Francisco Maturana, el único título que ostenta su país en la Copa Libertadores de América. Sucedió en el año 1989.

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Pero el éxito que Bolillo ha alcanzado como técnico contrasta con la efímera carrera que tuvo como jugador, época en la que defendió a Deportivo Independiente de Medellín y al Atlético Nacional.

Contrario a lo que él vivió como futbolistas, durante su permanencia en la Tricolor, Bolillo consiguió que el jugador ecuatoriano se maneje con personalidad y que pierda el miedo escénico que tanto había afectado a lo largo de la historia. Tan efectivo fue su trabajo que en el camino eliminatorio Ecuador se recuperó y ganó partidos que iba perdiendo, como sucedió ante Paraguay y Uruguay en Quito, y con Perú en Lima.

Pero antes de ratificar esa solvencia de equipo, Gómez también vivió una de las peores experiencias de su vida en Ecuador. El 8 de mayo del 2000 fue agredido en Guayaquil. Un disparo en su pierna y una herida con 20 puntos sutura en su frente dejaron leves huellas en su cuerpo, pero una hermosa secuela en su vida personal. Hoy él acepta que es otro. Y en su país también reconocen que Gómez es más humano que antes.

LA FICHA:

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Nació en Medellín el 3 de febrero de 1956.

Trayectoria como jugador: selección Antioquia Juvenil 1973 y mayores 1975; Deportivo Independiente Medellín 1976-1980; Atlético Nacional 1980-1985; selección de Colombia 1978 (Juegos Centroamericanos y del Caribe).

Como Asistente Técnico: Atlético Nacional 1987-1989 (Francisco Maturana). Selección Colombia 1987-1994 (Maturana).

Como técnico: Atlético Nacional 1985-1986 (Inferiores); Atlético Nacional 1990-1994; Colombia 1994-1998; Ecuador 1999-2002.

Logros, como jugador: Campeón de Colombia con Atlético Nacional en 1991; campeón con Antioquia en 1973 y 1975. Como asistente: campeón de la Libertadores con Atlético Nacional en 1989; vicecampeón Preolímpico de Paraguay en 1992. Clasificó a Italia 90 y  Estados Unidos 94; Juegos Olímpicos Barcelona 1992; tercero en la Copa América del 87; tercero en la Copa América del 93.

Como Técnico: Campeón Copa Interamericana 1990 con Atlético Nacional; campeón de Colombia en 1991 con Atlético Nacional; clasificó a Francia 98; tercero en Copa América Uruguay 1995; vicecampeón de Colombia con Atlético Nacional en 1990; vicecampeón de Colombia con Atlético Nacional 1992.

Participaciones internacionales con equipos y selecciones: Copa Libertadores de América (jugador y técnico); Supercopa Sudamericana (técnico); Copa Interamericana (técnico); eliminatorias mundiales: Italia 90, Estados Unidos 94, Francia 98 y Corea-Japón 2002.

Copa América: Argentina 87, Brasil 89, Ecuador 93, Uruguay 95 y Bolivia 97, Preolímpico Paraguay 92.

Condecoraciones: Mejor Técnico de Latinoamérica en 1996; Mejor Técnico de Fútbol en Colombia en 1991 y 1996; Mejor Técnico Profesional en Antioquia en 1990, 1991, 1992 y 1996; Mejor Técnico de Colombia en 1993 (compartido con Maturana) y en el 2001.