En una entrevista a Diario EL UNIVERSO en marzo pasado, la periodista Dayanna Monroy dijo que internacionalizarse era uno de sus anhelos. Para ese entonces ya había decidido dar el salto a frecuencias internacionales: poco después anunció que se despedía de Teleamazonas para continuar su carrera en Estados Unidos junto a su esposo y su gato.

Ahora vive en San Francisco, California, y trabaja en Univisión haciendo el periodismo que siempre le gustó hacer: el que cuenta realidades, el que va más allá, el que, ella confiesa, la hace llorar. Respondiendo a las 35 preguntas detalló cómo se ha adaptado al cambio, si se puede conseguir buena comida ecuatoriana donde vive, los personajes más inteligentes que ha entrevistado, y las personas que ella llamaría mentores durante el desarrollo de su carrera.

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1. ¿Qué es lo más difícil de vivir allá en el ámbito personal?

¿Te soy franca? No mucho. Mi familia viene de forma constante, estoy con mi esposo que es la persona que me acompaña. No muchas cosas han cambiado, la verdad. Entonces estoy bien, estoy feliz.

2. ¿Planea volver a Ecuador pronto?

SÍ, claro. No he visto a mi papá y a algunos amigos, tengo pendiente ir. No sé cuándo todavía. Iba a ir hace un par de meses por una invitación que me hicieron, pero todo se canceló. Así que no sé cuándo, pero obvio que quiero ir.

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3. ¿Podemos poner a prueba su inglés?

Ay no, yo creo que todavía no. La prueba me la ha hecho el propio trabajo. He ido a muchas conferencias de prensa en inglés y ahí está la prueba, en crear ese vínculo que se da antes o después de la entrevista en pequeñas conversaciones con el entrevistado, donde indirectamente te vas ganando tu confianza. Todo eso lo vengo haciendo en inglés. Creo que la prueba me la ha puesto la vida y el nuevo lugar en el que estoy. Si bien estoy haciendo periodismo que se transmite en español, todo lo que cubrimos es en inglés: autoridades, ruedas de prensa, entrevistas, correos, todo.

Me siento mucho más cómoda que antes. Los espacios donde me reto siempre e intento mejorar es en esos espacios informales, donde la cámara todavía no se prende. Quisiera mejorar eso aún más para ganarme la confianza de la gente, sobre todo de las autoridades.

4. ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar en Univisión?

Apliqué. Apliqué a todas las opciones. Cuando salí tenía un trabajo, pero no en una cadena grande como esta. Tenía trabajo en algunas plataformas que habían visto mi trabajo en Ecuador. Vine con posibilidades laborales, pero mi meta era estar en un gran medio de comunicación como en el que estoy ahora.

La oportunidad surgió de eso, aplicando, mostrando mi hoja de vida, mi trabajo en Ecuador. Hice algunas entrevistas en algunos mercados y finalmente surgió este. Estoy muy contenta. Estoy en San Francisco, Silicon Valley, donde se mueven muchas cosas. Estoy muy contenta.

5. ¿Parte de trabajar en Estados Unidos es desmitificar un poco la forma en cómo se vive allá?

Algunas personas me decían que solamente cuento cosas malas, que por qué no cuento cosas buenas. Al final del día si eres periodista no estás solo para mostrar cosas malas, pero sí para mostrar los problemas, las complicaciones que tiene la gente. Cuando me vine acá y entendí que probablemente se me iba a presentar una nueva forma de hacer periodismo dije no, yo lo que quiero es seguir haciendo ese tipo de periodismo que me gusta hacer, que es inmersivo, de contar la realidad, de desmitificar, si lo quieres poner así. He tenido la oportunidad de hacerlo.

Yo había visto lo que pasa con el fentanilo y creo que todos hemos visto las imágenes que se hacen virales en redes sociales. El estar ahí, el ver tanta desigualdad de una cuadra a otra, creo que eso aún hace falta mostrarlo hacia afuera, que se entienda que en una cuadra está el Palacio Municipal y en el otro está este barrio que se llama Tenderloin (…). Hace falta entender todas esas desigualdades. Con esa cobertura me sentí plena. Es como hacer lo que hacía allá, pero en otro contexto, caminando sobre ese tipo de periodismo que me gusta hacer.

6. ¿Qué temática le gustaría cubrir que todavía no ha hecho?

El cómo llega el fentanilo. Esa es la parte sensible, pero eso me parece que sería superinteresante.

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7. ¿Dónde se consigue buena comida ecuatoriana en San Francisco?

He buscado y no encuentro. Hay muy pocos ecuatorianos de este lado. Cada vez que voy a un sitio me preguntan de dónde soy. Me mencionan todos los países, Colombia, Perú, Chile, todos los países de América del Sur y nadie atina con Ecuador justamente porque hay muy pocos ecuatorianos aquí. La mayor parte de la migración ecuatoriana se da del otro lado del país, en Nueva York, Miami un poco. Aquí casi no. Por eso creo que casi no hay lugares de comida ecuatoriana.

Aproveché que estuvo mi mamá unos días acá y me hizo algo ecuatoriano para pasar las ganas. No sé si he buscado mal, de hecho lo he hablado con un par de ecuatorianas en redes que viven acá y tampoco encuentran.

8 .¿Y qué le cocinó su mamá?

Yo quería seco de pollo, pero no me cocinó, no encontró los ingredientes. Hizo tortillas de yuca. Con eso estuve ahí varios días disfrutando de tenerla a mi mamá aquí en casa.

9. ¿Ha visto a Kim, su sobrina?

Sí, ella estuvo aquí en mi casa. Se quedaron bastante tiempo en Estados Unidos. Fue divertido, ella es muy mañanera y yo también, me levanto temprano. De pronto me veía con una niña todas las mañanas jugando mientras el resto de personas dormían. Fue bastante bonito.

Aunque solo han pasado cuatro meses, los niños a esa edad crecen muchísimo y se notaba el cambio.

10. ¿Cómo se ha adaptado Comandante, su gato?

Al principio fue un poco complicado porque nosotros no nos mudamos directamente acá. Estuvimos un tiempo en Los Ángeles, un tiempo en otro sitio antes de venir acá entonces claro, pobrecito, él es un gato de casa. Fue muy complicado, creo que tuvo momentos de estrés. Ahora ya está bien, sigue siendo el mismo gato inquieto de siempre, eso no ha cambiado. Ya creo que se siente en casa, entiende que esta es su casa.

11. ¿Cuál es la persona más inteligente que ha entrevistado?

Yo siempre he creído que hay distintos tipos de inteligencia, está la social, el coeficiente intelectual (…). A mí me gustaba mucho entrevistar a Nebot. Nunca se salía de casillas. Tú como periodista preguntabas y preguntabas y si él no quería no respondía y punto, se acabó. Correa también me gustaba porque si hacías la pregunta correcta podías obtener una respuesta interesante.

12. ¿Y el personaje más difícil de entrevistar?

Lasso y Lenín Moreno porque nunca nos dejaban acercarnos. Ni siquiera tenías la opción de preguntar. Esas coberturas son frustrantes porque al final tú dices, ¿a qué voy como periodista si no me dejan preguntar?

La más difícil es donde no puedes preguntar. Ambos nos lo impedían.

13. ¿Qué hace a un buen entrevistador?

Su agilidad de contrapreguntar. Estudiar a la persona es importante. Sobre todo para los nuevos periodistas: no dejarse intimidar por la persona que está enfrente. La potestad de ser periodista no es porque sí, sino porque estás dando un servicio a la gente, y probablemente la pregunta, aunque sea incómoda, es una pregunta que la gente necesita que hagas. No temer a las preguntas que vas a hacer, con respeto, pero hacerlas.

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14. ¿Qué le preguntaría a Daniel Noboa?

Le preguntaría sobre los derechos de los trabajadores. Hasta dónde defendería los derechos de los trabajadores en las políticas públicas que piensa implementar. Creo que eso es fundamental, se habla de una reforma laboral desde hace mucho tiempo en Ecuador.

15. Una vez dijo en entrevista a Diario EL UNIVERSO que se le haría difícil ver los problemas del país desde afuera. Le tocó estar lejos cuando asesinaron a Fernando Villavicencio.

Lo hablaba con algunas personas que estamos afuera. Tienes un sentimiento raro, una impotencia terrible por no estar ahí, segundo también dices, ¿yo qué puedo decir si no estoy ahí?, ¿tengo la autoridad para decir algo sobre lo que está pasando?

Reflexionando luego pensé que sí. Las personas que estamos afuera tenemos ese deber de decir que esto está pasando en Ecuador.

16. ¿Tenía relación con él?

Con Fernando Villavicencio compartimos muchos trabajos. Él hacía periodismo de investigación desde hace mucho tiempo, y muchos de sus reportajes se difundían en Teleamazonas. Compartí mucho periodísticamente. Cuando me enteré de la muerte fue realmente un golpe muy fuerte. Creo que los ecuatorianos día a día nos estamos sorprendiendo más y nos preguntamos qué más puede pasar, y si eso (…) qué tan cerca estuvo el peligro de cada uno de nosotros. Es un sentimiento muy fuerte por esa amistad/relación laboral que tenía con Fernando. También te demuestra que ya no hay límites. Como periodista dices, no existen límites dentro de la realización del periodismo, el día de mañana puede pasarle esto a cualquiera.

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17. ¿Qué tan diferente es el panorama político allá?

Aquí hay estados, como pequeños países. Es interesante observarlo así y las diferencias abismales que hay entre cada uno. Yo estoy en California, por ejemplo, un estado demócrata. Si me voy a Florida las cosas son completamente distintas. Eso se puede ver en las políticas públicas que cambian tu cotidianidad, tu día a día. Es muy interesante aprenderlo desde adentro.

En este momento hay una precampaña electoral que se siente, pero no tanto hacia afuera, se siente hacia adentro, hacia los grupos de poder, hacia el lobby, que aquí es legal.

Yo todavía no estoy cubriendo temas políticos porque todavía no se da en el estado en el que me encuentro.

18. ¿Cómo se ha adaptado Pablo, su esposo?

Él bastante bien. Me sorprende cada día, yo aprendo mucho de él, de su capacidad de adaptarse. Se adaptó tan bien en Ecuador y ahora acá. Yo creo que las cosas siempre pasan por algo. El que este proceso de cambio se haya dado justamente luego de casarnos y que sea mi soporte es fantástico. Él lo hace ver muy fácil (…). Veo que está disfrutando mucho el cambio.

19. ¿Votó en las elecciones?

No pude empadronarme, tengo muy poco tiempo acá. Pero estuve reportando desde mis redes, las complicaciones que tuvieron en el voto telemático, por ejemplo.

20. ¿Dirigiría un debate presidencial?

Me encantaría. Sería un reto interesante. Pero esos lineamientos que pone el Consejo Nacional Electoral (CNE) son muy complicados de cumplir (...). Debe ser muy difícil hacerlo respetando los lineamientos del CNE y a la vez no perder el vaivén que deben tener estos temas, haciendo tu trabajo de periodista.

21. ¿Hay alguien a quien llamaría mentor en su carrera como periodista?

Son varias. Uno no se construye a sí mismo, sino también por las personas que están a nuestro alrededor. Puedo comenzar desde que era niña: mi papá obligándome a ver las noticias todos los días, apagando la telenovela y sentándome para que vea las noticias.

También te puedo mencionar las conversaciones que tenía con mi abuelo, que se interesaba mucho por la forma de hacer periodismo, o a Manuel López, redactor que se jubiló de Teleamazonas hace algún tiempo. Era redactor cuando yo era practicante. Él me preguntaba: ¿qué dice en la página 6 de Diario EL UNIVERSO? y yo le decía que no sabía. Él me hacía ese entrenamiento constante.

Otro es Paulo Ordóñez, actual director regional de Teleamazonas. Él era la persona con la que...la forma en la que iba a hacer el reportaje y el entendimiento de la construcción que debe llevar un reportaje lo aprendí de él. Él siempre me decía, creo que podría ser interesante comenzar aquí, de esta forma. Que haya una intención en el reportaje, eso lo aprendí directa y estrechamente de él. Hasta el día de hoy le quedo muy agradecida.

También Carlos Castañeda, director nacional de noticias de Teleamazonas, quien siempre tuvo una oficina de puertas abiertas. Yo entraba a preguntar...soy muy preguntona. Siempre cuando tenía una duda iba inmediatamente hacia él a preguntarle. También mi esposo, sabe mucho de política exterior. Contribuye a mi forma de ver la vida, ha vivido en muchos lados y que entiende de la política en Europa.

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22. ¿Cuál ha sido la situación más peligrosa que ha vivido durante una cobertura?

La última vez que fui a Socio Vivienda 2, justo antes de venir (a Estados Unidos). Yo siempre he estado en barrios. Nunca he estado en set completamente.

Fue tanta la insistencia de mis jefes y de mis compañeros, me dijeron que ya no se puede entrar solo. Siempre te dicen eso, pero a la final si vas con cuidado sí puedes.

Fui entrando y vi cómo la gente en los carros me comenzaba a ver. Entonces dije no, me voy a acercar a un centro de policía. Yo estaba ahí y veía cómo el policía se ponía delante de mí, como una especie de escudo humano. Fue justo después de los atentados en las UPC. Yo le decía que me deje un poquito y me decía que no, era tal el riesgo. Esa es la vez que sentí que el peligro podía venir de cualquier lado.

23. ¿Cuál es el límite que debe trazar un periodista que, una vez cruzada esa raya, está en peligro su vida?

Es muy complicado definirlo en Ecuador porque no tenemos precedentes. Lo que pasó en Socio Vivienda fue de una semana a otra. Yo iba, caminaba, sabía hasta dónde llegar. Eso también te lo da la experiencia. Una cosa es alguien que recién está comenzando y que no entiende muy bien la calle. Creo que la experiencia hace que tú mismo te pongas tus límites.

Nosotros hace un par de años podíamos hacer periodismo libremente en las calles de Guayaquil con cuidado. Cuando no hay un precedente es muy difícil definirlo.

Creo que este es un trabajo que deben hacer las redacciones: tratar de delimitar la ciudad. Hay periodistas nuevos que con esta intención o pasión de llegar hasta la noticia pueden excederse un poco. Yo jamás los voy a responsabilizar porque yo podría ser esa. Creo que debe existir una tarea en cuanto a administración de los medios de comunicación para decirle a los periodistas: aquí no, o hasta aquí solo puedes ir acompañado de una guardia policial.

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24. ¿Es bueno que un periodista sea ambicioso, sin importar las consecuencias?

Si te mueve la ambición, llámese dinero o poder, yo creo que no... habría que dedicarse a otra cosa. El periodismo como lo concibo , y sonará muy romántico, está hecho para la gente. Esa ambición creo que es la que tiene que llenarte, y sobre eso tienes que caminar. Ya el resto llegará. Sí llega. La gente es muy recíproca. Estoy segura de que el respaldo y el reconocimiento de la gente va a llegar.

25. Antes de dedicarse al periodismo hizo el preuniversitario de derecho. Si no se hubiera dedicado al periodismo ni al derecho, ¿qué hubiera hecho?

Creo que trabajar en asistencia social, en alguna ONG. Eso me gustaría. O algo que implique viajar mucho, conocer muchos sitios. Eso sería algo que me encantaría.

También me gustaría escribir. Esa siempre ha sido mi gran frustración. A mis grandes colegas que escriben para diarios siempre se los digo. Ellas me dicen que puedo hacerlo. Cuando era chica escribía mucho, escribía cosas que me pasaban... me encantaría escribir novelas.

26. ¿Escribir novelas o escritura periodística?

Empezar en periódicos para quitarme la falta de práctica. Escribir novelas me fascinaría.

27. La dicotomía entre la escritura periodística y otros tipos es interesante.

Sí, yo cuando escribo mis textos para tele yo pienso en imágenes. Pienso con imágenes. Hay cosas que no tengo que describir mucho porque están las imágenes. El gran reto es transformar eso en palabras. Pero disfruto mucho cuando hago un reportaje donde tengo la oportunidad de ser un poco más creativa.

28. ¿Le ha preguntado a su mamá cómo le hubieran puesto si no la hubiera nombrado Dayanna?

Nunca le he preguntado eso, pero mi nombre no iba a ser Dayanna, iba a ser Dayannara. Por suerte no.

29. ¿Tiene algún otro hobby?

Últimamente, y confieso que lo he dejado mucho porque el trabajo está siendo bastante intenso, leer. Disfrutaba muchísimo leer. Ahora tengo más tiempo para escuchar música porque voy más tiempo en el carro. Estoy retomando esa Dayanna que se ponía a descubrir nueva música y que disfrutaba mucho de la música.

30. ¿Hay alguna actividad que hacía de niña y que ya no hace?

De niña patinaba. Siempre he tenido la curiosidad de saber si lo puedo volver a hacer porque nunca más lo volví a hacer. No me he subido en patines hace muchísimo, desde que tengo 12 años. Patinaba y patinaba bien. Luego cosas pasan, me cambié de casa y ya no tenía las vecinas con las que salía... ya fue.

31. ¿Se caería si se sube a unos patines ahora?

Quizá porque hago ejercicio no me caería tan rápido. Pero soy un poco torpe, así que es probable.

32. ¿Ha llorado haciendo algún reportaje?

Ciento cincuenta mil veces. Te puedo dar un ejemplo de lo que pasó hace poco. Estaba haciendo un tema de violencia de género acá. Lo estaba haciendo en el campo con mujeres indocumentadas que no saben inglés. Imagínate, si las barreras para salir de la violencia son complicadas en nuestros países, aquí súmales el estatus migratorio y el idioma.

Tuve en frente a una mujer que me decía que creía que el esposo, con el que sigue viviendo y que pese a eso nos dio la entrevista, cubriendo todo su rostro, la podía matar mañana. Fue muy específica. Me dijo: ‘Me va a apuñalar’.

Ella ya le había dicho a sus hijas que cuando comiencen los gritos, pues que se vayan donde la vecina. Luego despedirme de esa señora y decirle gracias, vaya a su casa donde está ese hombre (...). Esas realidades siempre me tocan. Muchas personas dirán que por qué no se va, pero yo luego de hacer varios trabajos de este tipo sé por qué a veces las mujeres no se van. No es que no se van: no pueden irse. Fue muy duro hacer esa cobertura, me dejó mal.

De ahí lo que me da siempre es que durante las coberturas estoy fuerte y ya en mi casa me da.

33. ¿Cuál es el reconocimiento a su carrera que más lleva en su corazón?

El de esas personas que uno a veces entrevista y que te escriben y te dicen ‘señorita, cómo está, estuve haciendo unas tortas de jamón y pensé en usted para darle’. Creo que esos reconocimientos anónimos son bonitos porque pese a las complicaciones del día a día son los que te dicen, ok, estoy en el sitio correcto y estoy haciendo lo correcto.

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34. Si pudiera entrevistar a un personaje de la historia, viva o muerta, ¿a quién entrevistaría?

A Oriana Fallaci. Le preguntaría todo sobre cómo entrevistaba. Sería puro egoísmo. No sería una entrevista para el mundo sino una entrevista para mí.

35. ¿Se arrepiente de algo en su carrera?

De nada. Estoy feliz por siempre haber actuado con lo que yo creía que era lo correcto, pese a las consecuencias que iba a haber. (I)