Nueva Zelanda es famosa por sus paisajes naturales y una de sus principales atracciones son dos glaciares impactantes e inusuales, que serpentean a lo largo de una montaña y a los que uno puede acercarse a pie. Los glaciares Fox y Franz Josef, sin embargo, se están derritiendo a paso tan acelerado que resulta peligroso para los turistas acercarse a ellos por un valle, lo que ha puesto fin a una tradición centenaria. Dado que las temperaturas mundiales siguen subiendo y no hay indicios de que eso vaya a cambiar, los científicos dicen que este es otro ejemplo de cómo el calentamiento global está afectando el medio ambiente.