La constante queja por la circulación de vehículos sin placas en las vías no es un asunto solo de las autoridades. La ciudadanía que posee un carro o una moto tiene la obligación de portar las láminas de identificación de manera visible y sin alteraciones, como mandan las leyes nacionales y las normas de Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). Además, exigir que automotores de instituciones públicas y privadas porten el distintivo.
Los medios de comunicación de Ecuador y las redes sociales registran desde hace décadas el problema, sin que haya solución, pese a las sanciones vigentes en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), que impone una multa del 30 % del salario básico ($ 141) y 6 puntos menos en la licencia de conducir de quien vaya al volante, y/o la ordenanza municipal de Guayaquil, que determina la retención por siete y hasta catorce días del automotor que no tenga la placa y el pago del 50 % de un salario básico ($ 235) y el 100 % de este ($ 470) para reincidentes.
Publicidad
La disposición municipal señala que el vehículo no podrá salir si no se coloca la lámina. Cada alcaldía asume la competencia del tránsito y dicta normas y sanciones.
Dentro de las entidades públicas también se pregona el control de los automotores institucionales, sin embargo, siguen circulando vehículos oficiales sin placas, camionetas de servicios ministeriales, ambulancias, carros militares, de la Policía y más. Ayer se conoció que la gobernadora del Guayas, Eliana Molineros, podría dejar el cargo, mas en una entrevista realizada el 30 de enero pasado como parte de un reportaje publicado hoy por este Diario, ella aseguró que no existe ninguna disposición oficial para que vehículos de autoridades nacionales o locales retiren sus placas, y que están “armonizando las normas internas” para que los autos estatales estén debidamente identificados.
Publicidad
Así debe ser. La ley alcanza a todos los ciudadanos que habitan en un país sin distinción. En Estados Unidos incluso el vehículo que traslada al presidente está identificado por sus placas.
La funcionaria provincial revela que en operativos realizados se ha encontrado que autos familiares muestran sus placas a los oficiales. Las llevan dentro del vehículo. Esta práctica es inaceptable, toda la ciudadanía debe rebelarse ante ello. El irrespeto a las leyes de tránsito no es un problema del cual solo deberían encargarse las autoridades, sino toda la sociedad, como bien anota la exministra de Transporte y Obras Públicas Paola Carvajal. (O)