Cinco profesionales y académicos fueron seleccionados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para integrar el Comité Nacional de Debates, cuerpo colegiado que tiene, según el reglamento aprobado por el organismo, dos responsabilidades básicas.
Estas son definir los ejes temáticos y preguntas que se abordarán en el debate presidencial obligatorio de primera y segunda vuelta y presentarle al CNE una terna de la cual se elegirá al moderador.
Todo lo que se sabe hasta ahora del debate presidencial de primera vuelta de los comicios del 2025
Los escogidos son María Gabriela Castro, Héctor Yépez, Pablo Escandón, Ernesto Valle y Carlos Naranjo, quienes deberán reunirse en estos días para decidir una metodología de trabajo que les permita identificar las principales necesidades de la población ecuatoriana y con base en ello armar una agenda temática potente, amplia y cercana.
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El debate de primera vuelta está previsto para el 19 de enero del año próximo.
Los debates de años anteriores fueron criticados por la ciudadanía, los medios de comunicación y los mismos candidatos porque se quedaron en el tintero cuestiones relevantes que no se pudieron analizar, aunque en esto contribuyeron las restricciones en los tiempos y en la interacción de los numerosos postulantes que planteaba el reglamento del CNE.
Para esta edición se realizaron algunas reformas en esa normativa. Según han dicho las autoridades, estas permitirán que haya más fluidez en las exposiciones, las réplicas y las contrarréplicas de los participantes.
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Más allá de los temas que se traten y las reglas de interacción, el éxito de estas discusiones políticas depende, principalmente, de la predisposición de los aspirantes a exponer los qué, los cómo, los cuándo de sus propuestas de gobierno en un marco de honestidad y respeto, y a contrastar sus ideas con la de sus rivales, entendiendo que todo aporte ayuda a mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos.
Estos foros no pueden usarse como espacios para la demagogia, la información falsa o los insultos, prácticas que terminan socavando la democracia. (O)