Transmitir pensamientos, ideas, emociones y demás formas de expresión es una actividad connatural al ser humano, reconocida como derecho universal. Y, como tal, de acuerdo con los estándares internacionales, la legislación respectiva debe buscar favorecer su ejercicio en libertad.
Sin embargo, en ocasiones se legisla con intención de restringir el derecho a la libertad de expresión y de prensa, pues el periodismo y los medios de comunicación son canales para difundir la expresión humana y reflejar la realidad. En Ecuador, se pretende restituir por ley la capacidad de sanción a medios y periodistas, cuando se debería garantizar su protección.
Los asambleístas del correísmo (UNES) y de Pachakutik (PK), el pasado jueves, votaron en contra del informe de mayoría del proyecto de ley orgánica para la garantía, promoción y protección de la libertad de prensa, de opinión, de expresión y de la comunicación. Seguidamente, aprobaron, mediante un informe de minoría, reformas en contrario del proyecto enviado por el presidente Lasso en mayo de 2021, que buscaba corregir el afán sancionador de la Ley de Comunicación del correato, aprobada en 2013.
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La Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios) rechaza la aprobación de la referida reforma y ha pedido que el Ejecutivo la vete, para que no se pongan en vigencia artículos que ya fueron derogados en 2019. Desde el Gobierno se emitió un comunicado señalando que una vez que reciba la ley, evaluarán las acciones pertinentes para precautelar la democracia.
La asambleísta Jéssica Castillo (PK) disconforme con lo aprobado en el informe de minoría, dijo: Esto pasa cuando nuestros compañeros asambleístas no se sientan a leer, no dan aportes a los proyectos de ley y se dejan llevar por criterios de pasillo, y agregó: No se dan cuenta de lo que estamos aprobando, es una ley mordaza que limita la libertad de expresión.
La defensa de las libertades es de incumbencia personal y colectiva de los seres humanos; no cabe descuidarse. (O)