Un informe de la Universidad de Stanford y el Wall Street Journal alerta de que Instagram sería la principal plataforma utilizada por las redes de pedófilos para promocionar y vender contenido que muestra abuso sexual de menores.

Delincuentes de todo tipo han hecho de las redes sociales un canal para captar posibles víctimas. Difamación, suplantación de identidad, estafas, abuso, chantaje, pornografía son solo una parte de los ilícitos que se fraguan desde sitios de internet donde niños, jóvenes y adultos pasan gran parte de su tiempo.

El control judicial en el ciberespacio sigue siendo una tarea compleja en el mundo. En el caso del Ecuador están penalizados delitos informáticos que, sin embargo, van en aumento de acuerdo a información de la Fiscalía General. Los más denunciados son suplantación de identidad, apropiación fraudulenta, contacto con finalidad sexual, acceso no consentido, interceptación ilegal de datos.

Publicidad

Las penas de privación de libertad no han logrado frenar los delitos informáticos en el país, donde las denuncias originan la mayoría de las investigaciones de ese segmento. Hacen falta más acciones de oficio que requieren de tecnología y personal especializado inmerso en las redes sociales para detener a tiempo a pedófilos, violadores, estafadores y otros delincuentes del espacio virtual que hacen daño a la sociedad.

En México funciona una Policía Cibernética, que monitorea y realiza ‘patrullajes’ a través de internet. Analizar la creación de departamentos similares o especializar a uniformados en estas funciones podrían generar más efectividad en la prevención de delitos informáticos.

Aunque la banca y otras entidades públicas anuncian permanentemente seguridad en sus canales virtuales, siempre deben actualizarse.

Publicidad

No se debe satanizar a redes sociales o a la inteligencia artificial, que son parte de las tecnologías modernas, sino trabajar más en medidas preventivas que corresponde a todos. (O)