El mundo criminal recluta en sus filas a personas cada vez más jóvenes. El 60 % de los grupos delincuenciales está integrado por menores de edad en Guayas, Manabí, Los Ríos y Esmeraldas, según una investigación realizada en esas provincias por la académica y consultora política en seguridad pública Katherine Herrera.

El estudio referido por la agencia EFE señala que los más pequeños tienen entre 9 y 10 años. Los datos concuerdan con una realidad que se palpa en las calles y las estadísticas oficiales.

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La Policía Nacional registra entre enero y mediados de octubre de este año la detención de 3.086 menores de edad por diversos delitos. En el mismo periodo de 2023 fueron 1.889 y en los últimos cuatro años se aprehendió a 8.201 menores.

Asamblea Nacional aplaza trámite del Código Orgánico de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes

El homicidio es la primera causa de muerte en niños y adolescentes en Ecuador, informa Unicef

La Asamblea Nacional suspendió este 26 de noviembre el debate del proyecto de Código Orgánico de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Copinna), que plantea juzgar como adultos a los adolescentes que cometan delitos contra la vida. El tema generó controversia precisamente por esa propuesta y la edad hasta la que se imputaría la falta.

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La responsabilidad penal de adolescentes es polémica para políticos y también para ciudadanos que observan la participación de menores en la venta de drogas, robo, extorsión y hasta sicariato.

La conflictividad del país y la precampaña electoral no pueden contaminar un debate que debe ser técnico y apegado al derecho. Justamente uno de los argumentos en la discusión ha sido que las leyes deben enmarcarse en las convenciones de la niñez que el Ecuador ha suscrito.

La Asamblea tiene la responsabilidad de legislar para proporcionar mejores condiciones de vida a los ecuatorianos. En ese contexto no puede evadir un tema que no solo implica sanción a los menores, urge severidad con quien enrola a un niño en organizaciones delictivas y es ineludible la responsabilidad social dando oportunidades de educación, entornos familiares positivos, un real rescate del tejido social del que tanto habla la clase política. (O)