La Secretaría de Asentamientos Humanos Irregulares actualizó en 477 los reportados en lo que va de 2023. Guayas lidera la lista con 172 casos, seguido de Manabí (63) y Santa Elena (62).

El crecimiento desordenado de las poblaciones y la falta de servicios básicos, entre otras falencias, están garantizados si no hay control a las prácticas de invasión de propiedades. Las cifras registradas no son la totalidad de las que ocurren en todo el territorio nacional.

La Secretaría tiene la responsabilidad de coordinar políticas para prevenir, ordenar y controlar los asentamientos humanos irregulares, según se señala textualmente en documentos. Pero detrás de las invasiones hay un cruel ‘negocio’ de tráfico de tierras que se aprovecha de la necesidad de un techo de familias locales o de la migración interna y externa que erróneamente acuden a quienes los estafan cuando por precios bajos los ubican en zonas que tienen un propietario o que están en áreas de riesgo.

Publicidad

En predios del parque Samanes se detectaron nuevas covachas

El tráfico de tierras sigue siendo una asignatura pendiente. Ahí está otro asunto que deben atender el régimen y la justicia.

Abrir más programas de vivienda o de terrenos accesibles contribuiría a que los asentamientos irregulares tengan menos cabida. Los ecuatorianos, en su gran mayoría, son gente honesta, que buscan la oportunidad de un techo para sus hijos y con toda seguridad elegirán la compra directa, sin riesgos. Ya lo han mostrado cuando se ofertan planes municipales y gubernamentales a los que sus economías les permiten entrar.

Publicidad

La denuncia, el control de asentamientos irregulares, son un camino para evitar desgracias futuras por mala ubicación y quejas por falta de servicios porque no son fruto de la planificación, no tienen permisos ni legalidad. En paralelo y de mucha importancia está otra solución: la oferta de planes habitacionales.

De $ 15 a $ 20 pagaron por limpieza de predio las personas que se tomaron zona de parque Samanes

Publicidad

El país está a las puertas de una elección presidencial extraordinaria. Ojalá el tema no sea parte del festín de promesas que no se cumplirán, sino que se tome con seriedad y compromiso. (O)