“Por eso tenemos ministros nuevos”, respondió el secretario de la Administración, Arturo Félix, ante el detalle que hacía el periodista Milton Pérez sobre la baja ejecución en las carteras de Educación y Salud. De inmediato la repregunta: ¿entonces no es un problema de dinero, es un problema de acción?
El Gobierno de Daniel Noboa tiene ocho meses de ejercicio, pero al ser un periodo corto –por efecto de la muerte cruzada suscrita el 17 de mayo de 2023 y por atravesar Ecuador una crisis económica y de seguridad– la celeridad obliga a la eficiencia de cada uno de sus colaboradores.
Tras asumir funciones, el mandatario estableció KPI (siglas en inglés de Key Performance Indicators o indicadores clave de desempeño) a sus ministros. Se entiende que se hace seguimiento a los resultados de cada cartera del Gobierno.
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El Ministerio de Educación tiene una ejecución del 13,7 % y el año anterior llegó al 33,9 %; en Salud se habla de una baja en ejecución al 13,8 %, frente al 23,97 % anterior. En ambos casos, venía siendo muy baja si se considera la importancia del área social y en particular de dos derechos de los ciudadanos garantizados en la Constitución.
Arturo Félix sostuvo que por eso hubo cambios. Ahora es necesario que se dé seguimiento al desempeño y efectividad de estas carteras. De ellas dependen la educación y la salud de los ecuatorianos.
A la repregunta de si no era un problema de flujo económico sino de acción, el funcionario respondió que en parte era de dinero y en parte de lo segundo.
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Las cosas están claras y también dejó abierta la posibilidad de otros relevos o cambios. Estos serán positivos en la medida de que quienes se comprometan con un cargo estén dispuestos a servir al país y que los KPI, desconocidos para la población, tengan relación a la función que se desempeña y no a la política.
Bienvenidos todos los cambios que permitan mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos. Para eso fue elegido el presidente. (O)
