Por Leticia Orcés Pareja

El Aprender haciendo que aplica la Universidad Casa Grande viene del enfoque pedagógico denominado ‘constructivismo’. Modelo que descarta la memoria repetitiva por parte de los estudiantes y prioriza el ‘hacer’ con ensayo y error, propicia el ‘vivir’ la experiencia con autocrítica y reflexión. Desarrollar sensibilidad social en los futuros profesionales no escapa a esta metodología.

Nuestras actividades pedagógicas de simulación y proyectos de Aplicación profesional, articuladas a la Responsabilidad social y vinculación, los hace compartir situaciones angustiantes de la pobreza, de los padres que tienen hijos con cáncer, la complejidad de la enseñanza a las personas con discapacidad, las dificultades de conseguir empleo estable, entre otras. Deben dominar las teorías que explican estos fenómenos, pero además pasar por la vivencia que desarrolla humanidad, empatía y solidaridad.

Lo cotidiano de los jóvenes deja de ser solo las redes sociales, el reguetón, el primer amor y vivir con plenitud sensorial y sueños sin límites; pasan a entender otros fenómenos del mundo y de nuestra especie, aplicando creatividad para lograr una sociedad mejor, en equidad y tolerancia.

Un caso ejemplificador que aplicó Casa Grande en el 2009 fue un programa de Liderazgo y competitividad para formar jóvenes aspirantes a políticos con sensibilidad social. Colaboró con la Universidad Casa Grande Graciela Trelles, quien fue directora de Zumar del Municipio de Guayaquil, en Bastión Popular. Así, diseñamos una experiencia para que varias familias de las etapas 1 y 2 del barrio adopten a un joven del programa para una estadía de un día entero en su hogar.

Don Mauro, doña Andrea, doña Adela, entre otras familias líderes de Bastión, integraron a los estudiantes en sus labores diarias, compartiendo sus almuerzos, cenas y otras actividades.

El objetivo era desmitificar concepciones erradas acerca de los pobres, como bien lo señaló Marcia Gilbert de Babra, tan solo concibiéndolos como “víctimas o victimarios”. Es vital que los futuros líderes comprendan que cuando piensan en personas de sectores marginales, se refieren a seres humanos con esperanzas, valores sociales y en luchas permanentes para salir adelante.

En la exposición final del programa, los alumnos compartieron profundas reflexiones y emociones de sus experiencias en Bastión Popular. A este evento invitamos a todas las familias que los habían acogido con enorme generosidad y escucharon con gran orgullo lo importante de las vivencias con ellos compartidas. Se establecieron fuertes lazos, que perduraron durante años.

El programa fue solicitado a la UCG por la Fundación Ecuador Libre, fundada por Guillermo Lasso (año 2005), quien en su vida ya había desarrollado sensibilidad social por sus propias vivencias de joven y buscó que los aspirantes a políticos comprendan, primero, el dolor y las limitaciones de vivir en condiciones de pobreza y escasez. Luego vendrían las teorías y las sofisticaciones académicas con becas nacionales y extranjeras.

¡Esta vivencia nos marcó junto a 46 alumnos! Algunos y algunas hoy en importantes cargos públicos y privados a nivel local, nacional e internacional. (O)