En estos días, hay mucha actividad que gira alrededor de la cercanía de Navidad.

La compra de regalos, el menú de la cena, las fiestas familiares, empresariales, barriales y los planes para el feriado. Estamos familiarizados con algunos detalles de los relatos del nacimiento de Jesús: la llegada de José y María a Belén, donde no encontraron alojamiento y se refugiaron en un pesebre, los ángeles, la estrella, los Reyes Magos, los pastores, todo lo que se ha transmitido de generación en generación y que conmemoramos el 25 de diciembre.

En realidad hay poca información, que procede principalmente de los relatos de Mateo y Lucas en sus textos evangélicos, que se escribieron muchos años después de la muerte de Jesús y a partir de los cuales no se puede conocer con absoluta certeza la fecha del nacimiento.

Descubre qué es el Espíritu de la Navidad y cuáles son los rituales para celebrar su llegada el 21 de diciembre

Para los primeros cristianos, en los siglos I y II después de Cristo, ese tema no era prioritario, estaban centrados en difundir el novedoso mensaje de la llegada del Reino de Dios, cuyos pilares son la fraternidad, la justicia, el amor, la paz.

“La Navidad eres tú cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma…”.

Pero después de que el emperador romano Constantino se convirtió al cristianismo, surgió la contraposición entre las tradicionales fiestas saturnales, en homenaje a Saturno, el dios de los campos y las cosechas, que tenían gran aceptación popular y coincidían con el cambio de estación y el regreso del Sol invicto, como lo llamaban, el último día festivo, que era el 25 de diciembre.

¿Qué representa la estrella de Navidad y qué simboliza?

Fue entonces, el año 350 después de Cristo cuando el papa Julio sugirió que también se celebrara el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Cuatro años después, su sucesor, Liberio decretó oficialmente ese día para la celebración, entonces las festividades cristianas se impusieron a las paganas. Algunos textos sostienen que se tomó la decisión para facilitar la conversión.

Lo que antecede es historia que es interesante conocer, pero ¿es realmente importante tener la certeza de que Navidad es el 25 de diciembre? Si lo que motiva los nacimientos, los regalos, los buenos deseos, el feriado, es conmemorar el nacimiento de Jesús, también es bueno conocer que Navidad puede ser cualquier día o todos los días, porque sucede cada vez que alguien convierte su corazón en un pesebre para recibir en él a Jesús de Nazaret y convertir sus enseñanzas en vida.

Es más, en estos días se difunde y recuerda un mensaje de Navidad del papa Francisco que va más allá. Nos dice que nosotros podemos ser Navidad: “La Navidad eres tú cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma… La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir… Eres también Navidad cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad… La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado”.

Que este 25 de diciembre decidamos ser Navidad todos los días. Feliz Navidad. (O)