Un deber del próximo mandatario, respaldándose en la voluntad popular, será sin lugar a duda cuidar la biodiversidad, pero a la vez mejorar las condiciones ambientales del país. Existe un aumento considerable de patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón en las diversas provincias del país en donde existe una planta de generación eléctrica, ya sea de motores de combustión interna o cualquier tecnología que queme fueloil. Para contextualizar, podemos decir que el desarrollo de industrias y del sector energético ha dado lugar a un aumento en la concentración de determinados contaminantes atmosféricos (CO, CO2, PM10, PM2.5, óxidos de azufre e hidrocarburos), disminuyendo en primer lugar la calidad del aire. Su presencia no solo genera afecciones sobre el medio natural, sino también sobre la salud de las personas. En segundo lugar, el agua también es un recurso natural azotado por la contaminación, pues el incorrecto tratamiento de residuos sólidos y aguas residuales originadas por las mismas industrias merman la calidad de los ríos, produciendo más gastos en las empresas de agua potable de cada ciudad. En tercer lugar está la contaminación del suelo por el empleo de químicos que generan graves daños a los ecosistemas agropecuarios.

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Centrémonos en el primer caso, el de la contaminación del aire. Sabemos que el combustible que usan las plantas termoeléctricas en el país para generar energía tiene un alto contenido de azufre, y si analizamos los informes de medición de gases a las salidas de las chimeneas de cada planta, veremos que están envenenando al país con la presencia elevada de azufre y material particulado, con valores que en muchos casos exceden con más del 30 % a los valores permisibles de la norma ambiental del Ecuador. Estos informes, en su mayoría semestrales, tienen mayoritariamente firmas de responsabilidad de empresas que se han contratado mediante el Sercop. La norma ambiental del país estipula, por ejemplo, que todas las plantas de generación mayores a 100 MW deben tener un sistema de medición de gases continuo a la salida del proceso, para poder verificar que se cumplan las condiciones medioambientales permisibles. ¿Cuántas plantas del país cumplen con la norma? Además, el Acuerdo Ministerial 97, del Registro Oficial Edición Especial 387 publicado el 04 de noviembre del 2015, indica de manera textual: “Este sistema se implementará en un periodo de hasta 4 años a partir de la vigencia de la presente norma. Este requerimiento deberá ser cumplido tanto por fuentes existentes como nuevas”. Siendo el 25 de agosto del 2023, ¿cuántas plantas han cumplido esta norma que estipulaba que los sistemas debían instalarse máximo en el 2019?

En el debate presidencial, el candidato por la alianza ADN, Daniel Noboa, se refería a Transelectric, en donde mencionaba problemas en la eficiencia de la empresa, no obstante, también se debe regresar la mirada a la generación, en donde la ineficiencia de la operación y el mantenimiento de las plantas generan contaminación y mayores gastos al país, dinero que se puede ahorrar para educación, salud y otras necesidades. (O)