Bastaría la decisión firme del Ejecutivo que supere los obstáculos burocráticos que la detienen y reactivar la licitación para la obra de captación y aprovechamiento del gas resultante de la quema de los judicializados mecheros de pozos petroleros de la región Amazónica e incorporar al sistema eléctrico nacional 316 MW, concurso suspendido sin razón válida alguna, según se extrae del reclamo presentado por el apoderado del consorcio Amazon Tech, luego que una comisión técnica de alto nivel resolviera por unanimidad declararlo ganador del proceso contractual internacional. El producto a recuperarse sería un hidrocarburo más limpio y menos contaminante existente en estado gaseoso en los yacimientos junto con el petróleo, pudiendo encontrarse como un material libre, en ciertas condiciones de presión y temperatura.

La referida licitación fue para presentar ofertas previas a la contratación bajo la modalidad de servicios específicos con financiamiento del contratista, para la captación del gas natural que se quema, el consorcio adjudicatario invertiría a su riesgo más de 700 millones de dólares y trabajaría de manera inmediata para, luego de un tratamiento, convertir el gas en líquido aprovechable como fuente de energía eléctrica, ahorrándole a la estatal Petroecuador millones de dólares por el consumo en sus operaciones de extracción, refinamiento y de servicio de luz a la población circundante. De manera significativa se reduciría el déficit de energía eléctrica acudiendo a generadores estacionarios que funcionen con gas, a la par que bajarían las importaciones. La plataforma ambientalista estadounidense Mongabay destacó que en la Amazonía ecuatoriana hay 447 mecheros en constante quema “emitiendo a la atmósfera millones de toneladas de CO2, uno de los mayores aportantes al cambio climático”.

Con esa acción se daría cumplimiento a la sentencia, ya con años en mora, de la Corte Provincial de Sucumbíos, que ordenó el cese a la quema de gas de los mecheros amazónicos, reclamado por un grupo de niñas con serias afectaciones a su salud por los efluvios y altas temperaturas que contaminan el ambiente, atenuando la imagen negativa de la empresa estatal responsable, dando un paso decisivo para salir de la nómina de organizaciones que empañan la atmósfera e impulsan los resultados nocivos del cambio climático, severamente cuestionadas en la última conferencia mundial COP16 reunida en Cali, Colombia, donde se condenaron estas prácticas contra la biodiversidad, hecho vergonzoso para Ecuador que exhibe orgulloso el calificativo de país megadiverso, que en este caso estaría contribuyendo a la destrucción de la diversidad biológica de la Amazonía, que se ha comprometido preservar.

Se tiene el convencimiento de que la ministra del Ambiente, encargada también del Ministerio de Energía y Minas, doctora Inés Manzano, en homenaje a su sólida formación conservacionista, y el presidente Daniel Noboa resolverán con urgencia este embrollo, como fiel demostración de su compromiso con la naturaleza, cuya variabilidad biológica, que incluye a los seres humanos, se afecta seriamente con la quema de gas de los mecheros petroleros amazónicos. (O)