Hace unos días espectamos la entrevista del presidente Lasso con el reconocido periodista Carlos Vera. No entraré en detalles de lo conversado ni pretenderé hacer un resumen de lo que se dijo, pues ya hay muchos boletines y artículos sobre el tema. Sin embargo, quiero destacar que pudimos ver, después de mucho tiempo, un discurso aterrizado, lejos de jergas políticas, aclarando los puntos necesarios, y con un mensaje de esperanza, que tanto nos hace falta en estos agitados momentos que estamos viviendo.

De todos modos, es necesario precisar que hay cosas que están faltando, y que el presidente adeuda a sus votantes y al Ecuador entero. La recuperación está muy lenta, y la inversión extranjera con cuentagotas. Hay que aprender de aquello que se ha hecho bien, y ser más autocríticos con todo lo demás que se puede mejorar. Debe hacer lo que hace falta. Debe hacer la tarea pendiente.

La vacunación fue exitosa. ¿Por qué? No fue por las virtudes de un omnipotente sector público, fue el resultado de la descentralización, fue el hecho de aceptar que el Gobierno está para facilitar la gestión privada. Fueron las empresas, universidades, y demás organizaciones de la sociedad las que lograron ese hito al inicio de este periodo. El aprendizaje debió haber sido muy claro, el éxito como país se consigue si cada quien hace lo suyo: el sector público facilitando, y el sector privado ejecutando.

Hay que aprender de aquello que se ha hecho bien, y ser más autocríticos con todo lo demás que se puede mejorar.

Lo mismo se puede y se debe hacer con la erradicación de la pobreza y todos los males que aquello trae (delincuencia, inseguridad, insuficiente acceso a salud y educación, etcétera). ¿Cómo? Mediante la generación de empleo productivo. El Gobierno debe convencerse, no solo de palabra sino también que se evidencie en los actos, de que no es una tarea del presidente, de la Asamblea, ni de ningún político, el generar plazas laborales.

Las mesas de diálogo

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Estoy convencida de que el presidente y su equipo económico y productivo saben lo que hay que hacer. Hay que firmar acuerdos comerciales, y sé que eso puede tomar años, pero se puede avanzar con reducción arancelaria, crédito tributario por pago del ISD importador, drawback para el exportador, supresión de trámites relacionados al comercio exterior. Todo esto con la finalidad de dinamizar nuestro comercio internacional, es decir, facilitar las exportaciones e importaciones.

Hay que reducir impuestos en lugar de incrementarlos. Debemos visualizar a Ecuador como una economía que compite con las demás de Latinoamérica para captar inversión extranjera. Mientras más baja sea la carga impositiva, tendremos mayores oportunidades de atraer capitales.

Se debe escuchar a los gremios productivos. Desde el Comité Empresarial Ecuatoriano se ha transmitido al presidente las preocupaciones y sugerencias del sector, así como la visión de que fortaleciendo al aparato productivo se genera empleo. También están las propuestas para impulsar la inversión que ha sugerido la Cámara de Industrias de Guayaquil bajo el liderazgo de Francisco Jarrín, muchas de ellas incluso con ‘llave en mano’, es decir, con los documentos legales listos para firmar y enviar al Registro Oficial. El objetivo es el mismo: reactivar al país. (O)