Después de la primera vuelta presidencial, Leonidas Iza fue el que mejor aprovechó el eco de las elecciones. Ayudado por el sensacionalismo de los medios de comunicación tradicionales y redes sociales, sin mayor evidencia se lo presentó como aquel que tendría el poder para decidir el triunfador de la segunda vuelta. Iza, autoconvencido de su papel histórico y protagónico para la segunda vuelta, dio declaraciones ambiguas acerca de su posición frente a la segunda vuelta, y el rumbo que tomaría la Conaie. Públicamente señaló que el “momento histórico” no daba lugar para el voto nulo, y negó rotundamente la posibilidad de diálogo con Daniel Noboa. Por lógica la única opción era declarar su apoyo a Luisa González. ¿Por qué ha dilatado tanto tiempo su declaración de apoyo a la candidata?

Sumas y restas electorales

Votar sin miedo

Iza debe estar consciente del costo político de endosar su apoyo público a la Revolución Ciudadana. Si ganan y la agenda extractivista se intensifica, la persecución a movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil se reactiva o los caos de corrupción quedan impunes, y otras tantas alertas, el precio para pagar podría ser su espacio político. Necesita de la Conaie como un escudo ante los costos políticos de sus decisiones. Ha puesto a funcionar la retórica de las decisiones colectivas, y pospuso su declaración pública hasta la realización de una asamblea de la Conaie. Así, si erraba, era error del movimiento indígena. Seguramente estaba confiado en poder incidir en las organizaciones de segundo grado y regionales. Organizaciones de base y la Confenaie, dieron su apoyo explícito a Noboa, contradiciendo así a Iza. En definitiva, no logró tener el respaldo unánime de la estructura organizativa. Tuvo que, tímidamente, esconderse en una asamblea ampliada de movimientos sociales, donde su único logro fue tener una lista de demandas a ser presentadas a la candidata a espera de su respuesta. Si después de las elecciones se convertía en un actor importante, hoy se le revierte con una importante derrota.

Incansablemente Iza repite que la Conaie es una organización de izquierda anticapitalista y otros adjetivos. ¿Cómo entendemos que una de sus filiales más importantes, la Confenaie, declare su apoyo a Noboa, a quien Iza califica de “derecha neoliberal fascista”? Al parecer no todos estarían contentos y representados con la definición ideológica provista por Iza. El ala radical de la Conaie ha repetido constantemente la existencia de una “derecha” indígena, que posiblemente no existe, pero que ha sido instrumentalizado para realizar lo que denominan una purga interna. Quizás, como consecuencia no prevista, está causando que ciertos sectores se estén alejando de propuestas de izquierda de la organización.

El liderazgo de Iza parece tambalear, producto de las rupturas internas del movimiento indígena, que han sido azuzadas por la denominada purga interna del movimiento. No haber logrado un pronunciamiento consensuado de la Conaie es un fuerte golpe, pues las organizaciones de base y regionales se abren como frente independientes frente al Estado con intereses particulares. La repetida “unidad” a la que apela constantemente parece que se le va de las manos. (O)