El Pacto Global Digital es una iniciativa propuesta por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, como parte del Pacto de Futuro, que fue adoptado en la Cumbre en septiembre pasado.
Dicho documento define los objetivos, principios, compromisos y acciones que permitan tener y desarrollar un futuro digital abierto, libre y seguro para todos.
Los avances de tecnología digital han revolucionado a la sociedad mundial y es necesario que todos los seres humanos tengan el derecho inalienable de usarlo para su beneficio, progreso y para lograr mejores condiciones de vida para todos.
Así mismo, permite que se unan gobiernos, sectores privados, organizaciones de la sociedad civil y otros sectores interesados para trabajar conjuntamente en los siguientes sectores:
A. Conectividad: Asegurar que todas las personas, incluyendo escuelas, tengan acceso al internet y los beneficios de la era digital para lograr los objetivos de desarrollo sostenible y garantizar la prosperidad socioeconómica.
B. Fragmentación digital: Impedir la división y fragmentación digital del internet, para lograr un espacio global digital accesible, libre y seguro.
C. Protección de datos: Lograr protección adecuada de datos y la privacidad de los usuarios es importante para proteger sus derechos.
D. Los derechos humanos en línea: Defender la aplicación y vigencia de los derechos humanos en línea, incluyendo la libertad de expresión, privacidad y protección contra la discriminación, racismo y exclusión debido a raza, credo, sexo y origen.
E. La regulación de la inteligencia artificial: Promover el desarrollo y uso ético de la inteligencia artificial y su alineamiento con los valores globales.
F. Los elementos comunes: Reconocer que las tecnologías digitales son un bien común global y promover su desarrollo para el beneficio de todos, incluyendo personas con discapacidad y adultos mayores.
El mundo enfrenta retos de dimensiones universales, y el futuro digital de la sociedad global es uno de ellos, tan importante como el cambio climático, el paradigma del envejecimiento de la población, el narcotráfico, la migración, el mantenimiento de la paz, la abolición de las armas de destrucción masiva y el desarrollo universal.
Cada uno de estos temas es de vital importancia y requiere del esfuerzo de todos por su característica transnacional. No puede haber soluciones a problemas internacionales si no hay la voluntad política y la decisión de lograr acuerdos y emprender las acciones necesarias para enfrentar estos retos por parte de todos los actores.
El mundo pospandémico se debate en una crisis de polarización y división que neutraliza las capacidades y la solución de los problemas universales.
Mientras los Estados nacionales no entiendan que en este mundo interdependiente la solución de sus problemas es eminentemente transnacional, sus poblaciones sufrirán las consecuencias de perpetuar la dependencia y carecer de una estrategia para emerger de la pobreza y el subdesarrollo. (O)