El 7 de octubre de 2023, en la mañana, 3.000 terroristas de Hamás se infiltraron y cruzaron la valla fronteriza, 18 años después de que Israel abandonara Gaza y después de 16 años de terror desde Gaza; miles de misiles, cohetes e infiltraciones.

Los terroristas llevaron a cabo una masacre que no había conocido el pueblo judío desde el Holocausto, asesinaron a 1.260 israelíes, incluidos bebés y niños. Mientras cometían atrocidades y abusos, incluido abuso sexual. 250 personas fueron secuestradas y llevadas a Gaza. Junto con los terroristas, masas de ciudadanos palestinos entraron a Israel para robar, violar y matar. Hoy, 132 israelíes siguen detenidos en Gaza, vivos o muertos, sin contacto con el mundo exterior, sin medicamentos, comida, sin que la Cruz Roja tenga acceso a ellos.

El objetivo de Hamás está en sus estatutos: destruir a Israel y construir en su lugar un estado musulmán, extremista, regido por las leyes del islam: la Sharía.

Israel se embarcó en una guerra justificada cuyos objetivos son devolver a los secuestrados a casa y derrotar a Hamás. La guerra contra el terrorismo no es fácil. Los terroristas, vestidos de civil, se esconden en casas, hospitales, mezquitas, clínicas, escuelas y, claro, en los túneles que Hamás ha construido a lo largo de los años. Destacamos que Israel no lucha contra los palestinos ni bombardea “Gaza”, sino contra los terroristas de Hamás.

Israel no es ciego ante la difícil situación de los residentes de Gaza, permite el ingreso de cualquier cantidad de ayuda humanitaria. Hay que recordar que este sufrimiento es responsabilidad de Hamás, quien controla Gaza desde 2005. Incluso hoy, la guerra puede terminar en minutos, una vez que los líderes de Hamás se rindan y liberen a los secuestrados.

Recordemos que el sufrimiento y la situación humanitaria también existe en Israel. ¿Los 1.260 asesinados el 7/10 no tenían derechos humanos? ¿Los 132 secuestrados no tienen derechos? ¿200.000 israelíes desplazados de sus hogares no tienen derechos?

Destacamos que es Irán, líder del eje del mal, el mayor responsable del ataque del 7/10 y del sufrimiento tanto palestino como israelí. Irán es el que está detrás de Hamás, Hezbolá, los hutíes en Yemen; los arma, financia, entrena y apoya políticamente.

La guerra entre Israel y Hamás es la encarnación de una lucha internacional grande e importante que está sucediendo ante nuestros ojos. Una lucha entre el mundo democrático, libre, que busca la paz vs. un mundo antidemocrático, fundamentalista, extremista, con países como Irán, Corea del Norte, Sudáfrica, Irak, Siria, Cuba y Venezuela.

El mundo libre y democrático debe apoyar a Israel en nuestra guerra justificada contra Hamás y no poner obstáculos en nuestro camino, especialmente en las instituciones de la ONU, ya que si Israel pierde, el mundo libre perderá y el terrorismo global levantará la cabeza.

Finalizaré con optimismo. Cuando termine la guerra en Gaza volveremos al proceso de acercamiento con Arabia Saudita hasta la firma de un acuerdo de normalización de relaciones. Entonces ocurrirá una revolución en Medio Oriente e Israel estará en paz con los dos países árabes más importantes: Egipto y Arabia Saudita, así como con otros cinco países árabes. Los demás países árabes y musulmanes se unirán, y podremos, todos, fomentar la cooperación y el desarrollo regional. Ese día llegará y no está muy lejos. (O)