Que el rendez-vous entre los presidentes Noboa y Trump haya sido en la residencia de Mar-a-Lago, un sábado es algo que no esperaba. Usted no recibe en su casa a una persona por la cual no siente simpatía. Al contrario, la ofrece si aprecia y considera a quien lo visita.
Recuerdo que el presidente Kennedy recibió a Carlos Julio Arosemena Monroy, quien era un hombre de izquierda, de inteligencia privilegiada y muy orgulloso. Cuentan que le comentó sobre un préstamo, digamos que de diez millones de dólares para construir carreteras, con una cláusula que obligaba al Ecuador a comprar en empresas norteamericanas un alto porcentaje y que Carlos Julio le comentó que nos obligaría hasta a comprar la arena en los EE. UU. El presidente Kennedy lo tomó con gracia y ordenó que se cambiara la abusiva obligación.
Aranceles: la desolación latinoamericana
Cambio el escenario al fútbol. Tuve la suerte de ver jugar a la famosa delantera del Barcelona cuyo centro atacante era Agapito Sigifredo Chuchuca. Decían que era oportunista, en el sentido de que nunca desperdiciaba una ocasión de meter un gol porque siempre estaba en el lugar preciso. Recuerdo sus goles de cabeza, en que aparecía raudo a ras del suelo y colocaba la pelota en sitios imposibles para los arqueros. ¿Qué ocasión de gol ha aprovechado el presidente Noboa Azín para ser recibido por el presidente de los Estados Unidos, siendo oportunista? Con el tiempo se verá y los ecuatorianos podremos aprovecharnos de lo que el joven Noboa haya negociado en su conversación con Mr. Trump. Claro, si lo reelegimos. Por lo pronto, ya es favorable que haya sido recibido. Pero habrá gente que sentirá envidia por lo bien que fueron tratados él y su bella esposa.
El mundo de nuestros días pasa por experiencias inéditas. Los europeos se están dando cuenta de que la OTAN no tiene futuro sin el respaldo de las armas y la tecnología bélica de los EE. UU. Hasta es posible que el Reino Unido vuelta a ser Europa y no solo una isla de ingleses sin su mejor aliado, sus primos americanos que financiaron y ganaron la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes y franceses recordarán que el Plan Marshall les ayudó a reconstruir sus países totalmente arrasados por los bombardeos. Están como despertando de un sueño fácil de seguridad provista por los EE. UU. Trump los ha despertado de golpe y se enfrentan a la amenaza de los rusos y su hermético Putin. Deberán armarse mejor con sus recursos.
Los ucranianos deberán pagar un alto precio por la ayuda norteamericana si quieren sobrevivir a las ambiciones de los rusos. Recuerdo una de las pinturas negras de Goya,
Duelo a garrotazos”, donde representa la pelea de dos colosos, por encima del paisaje común. Es posible que Rusia se quede con parte del territorio de Ucrania, que se verá sacrificada por la paz de Europa. También por la paz los ecuatorianos perdimos parte de nuestra Amazonía, cuando nos obligaron a firmar el protocolo de Río de Janeiro en 1942.
El mundo cambiará más en los próximos años. Tal vez haya un reacomodo de las fronteras y las potencias y al Ecuador le conviene estar en el lado más fuerte. Es mejor ser amigo del poderoso Mr. Trump que del tirano Maduro. (O)