“Lo bonito que gira hacia el sur la Virgen del Panecillo”, decía una persona completamente convencida de que ese movimiento se efectuaba. Así como aquel individuo, muchas otras personas ven y por tanto aseveran las obras que los candidatos prometen y después como mandatarios nunca las cumplen, pero están presentes en el imaginario de los sueños.
Resulta indispensable tomar en cuenta que los problemas sociales, económicos y políticos no son producto de la casualidad, todos tienen su razón de ser y están, con el paso de los años, profundizando su agudización. En el país no se avizora un progreso social, cada vez más vamos más a la deriva como barco sin timón solo a merced de la turbulencia delincuencial, dejando tras de sí el espectro macabro de numerosas pérdidas humanas.
No somos el producto de lo que otros dicen que votamos
El fanatismo y el fanatizarse casi siempre son la fuente del cometimiento de errores que los lleva, incrédulamente, a convencerse de que un espejismo es una verdad absoluta, como lo pensaba, lo sentía aquel individuo que, absorto, quería que la Virgen girara.
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Por esa dicotomía, hay ciudadanos que cuando triunfa el candidato por el que ellos sufragaron, creen que ellos ganaron, que el triunfo les pertenece, figurativamente puede ser así, pero en lo concerniente a la lógica otro es el cantar.
Pueblo ecuatoriano, no seas esclavo de tus sufrimientos por tus malas decisiones, no cargues más la pesada cruz del abandono. En estas elecciones vota por ti y por el bienestar de tu familia.
Estas son las cosas que debe priorizar el votante para tener una mejor vida: salud gratuita, de calidad y abastecimiento de medicina; generación de trabajo adecuado, con estabilidad y seguridad social; educación de calidad y gratuita; paz social; y soluciones habitacionales al alcance de todos. (O)
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César Antonio Jijón Sánchez, técnico de mantenimiento, Daule