Después de las elecciones realizadas el pasado domingo, el tremendo juez de la tremenda corte ecuatoriana dio su veredicto de un casi empate técnico entre Daniel Noboa Azín y Luisa González Alcívar, dejando botados en el tablero de la ruleta a un grupo de movimientos políticos con una exigua votación que daba ganas de llorar, entre esos partidos, unos con larga y vieja actividad que parece que les está llegando la parca que sería lo más saludable, antes de ser considerados como chimbadores.
Lecciones de la primera vuelta electoral
Considero que nuestro aguerrido pueblo fue un juez recto y determinante, que sancionó a aquellos movimientos políticos que ofrecieron el oro y el moro y fallaron dejando solo quimeras de aquellos ofrecimientos.
Ojalá que, para las próximas elecciones de magistrados, asambleístas y demás autoridades, no haya 16 o más candidatos que, más parece una competencia atlética, pero pregonan en sus dulces discursos que van a hacer obras y llegar a los más necesitados, parece que muchos copian los discursos de Fidel Castro, Andrés López, Gustavo Petro, Nicolás Maduro y otros políticos que dicen que hay que mantener al pueblo pobre porque ellos son votantes seguros, porque si salen de la pobreza serán ya de otra alcurnia.
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Ecuador bajo el mito democrático: raíces quebradas y rituales vacíos
Ya me imagino cómo estarán revolcándose en sus tumbas nuestros queridos y recordados próceres del 10 de agosto, del 9 de octubre y del 24 de mayo, renegando y maldiciendo a aquellos que no están cumpliendo con su palabra de defender los intereses nacionales y de servir con amor y corazón a aquellos que necesitan de un trabajo, de un techo, de un pan, de educación y más obras para los necesitados.
Nuestros políticos de izquierda, derecha o centro deben revisar la historia del Ecuador, ponerse la mano en el pecho y analizar el ejemplo que dejaron sus antecesores, porque de próceres no tienen nada, pero sí de caudillos o líderes sociales que se valen de nuestro pueblo para gozar de sus prebendas y canonjías, incluso, nepotismo para facilitar excelentes cargos a sus familiares, amigos y más allegados que ayudaron a la campaña electoral.
Bertrand Russell dijo: “Los políticos primero fascinan a los tontos. Luego, amordazan a los i
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nteligentes”.
Por último, John F. Kennedy, dijo: “La ignorancia de un votante en una democracia pone en peligro la seguridad de todos”. (O)
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Franklin Washington Gallegos Avilés, teniente en servicio pasivo, Guayaquil