Tengo un amor bonito que tiene los ojos más bellos de color brillante cuál coral tierno. Un mundo de hechizo por donde me deslizo. Atrapando a la luna y a las estrellas en una noche tan bella.
Cuando me mira me llena de su energía me conduce por galaxias desconocidas, me atrapa con su encanto tan sutil como el aroma de una rosa. Cuando me habla su voz me cambia el día, es el timbre sonoro que sale de su alma, como quisiera que nunca deje de hablarme, es la voz que toca mi corazón, en días difíciles o armonía.
Un amor hermoso que deslumbra por la playa de Manglaralto, buscando en el horizonte, el barco que nunca llegó, el muelle que destruyó el aguaje, el faro que dejó de tiritar, la gaviota que se perdió en el horizonte.
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A pesar de que tiene sus años, conserva la ternura de infante, que se apasiona con los ocasos eternos y se queda colgada en el celaje marinero. Su presencia llena mi vida.
Un amor lindo que enciende la estancia con luz sublime, con su presencia de ternura, que ama sin condiciones, vive enamorada cada día, amando los días, celebrando febrero y todos los meses con alegría. (O)
Evelio Patricio Reyes Tipán, Santa Elena
