Hay personas que quieren negar a Dios, pese a que lo ven y lo sienten todos los días. A mí me impresionan las rosas, todos los días compro una, me gusta observar lo bellas que son, sus colores preciosos, su fragancia exquisita, su estructura arquitectónica diseñada por el más divino de los artistas y lo más asombroso que siempre está ahí para los buenos y malos.
El Sol cómo se abastece para dar luz, calor y vida a todos los seres vivos sin mirar si son buenos o malos. La Luna cómo se abastece para darnos luz por las noches y darles ritmos a las mareas. Los árboles como se esfuerzan cada año por darnos frutos y para cobijarnos del calor y de las lluvias, y las semillas cómo brotan sin cobrar para gratificar a quien la siembra, porque eso es Dios, eso es amor.
¿Si ves cómo el amor de Dios es libre y para todos por igual? A nadie le niega nada, incluso con el ser humano hace una excepción, le da la inteligencia para que descubra todo lo bueno que él hizo, lo único que le pide es un poco de intuición, imaginación, curiosidad, porque toda la sabiduría del hombre nace de Dios.
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El átomo, la célula, el ADN, el ARN, la energía, etc., todo siempre estuvo ahí, “los sabios” lo único que han hecho es descubrirlos, incluso a la inteligencia la han hecho artificial, no me sorprendería que con el tiempo inventarán un alma artificial y una muerte artificial.
Como decía Anthony de Mello: “El pecado no es producto de la malicia, sino de la ignorancia, lo mismo que el fanatismo es fruto de la ignorancia”. El amor igual que Dios es libertad, a nadie se le puede obligar a nada, para eso está la razón, las leyes, el karma. Recuerda que lo que siembras cosechas, el que la hace la paga, y que si haces las cosas bien siempre te irá bien, mientra que si la haces mal o con mala fe siempre te irá mal, de eso no lo dudes. (O)
Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro