Los jóvenes sin ideales, sin deseos de superación son como flores sin color ni perfume, espíritus cortesanos que viven haciendo antesala para suplicar favores, prefieren vivir del esfuerzo de los demás, no miden el esfuerzo de sus padres y no se proyectan a vivir su propia vida, quieren vivir admirando a los demás y no hacen su propia vida con esta actitud. La mayoría de estos cae en manos de falsos líderes, pelafustanes de baja ralea, gusanos que medran de la ignorancia de los pueblos a quienes presentan un mundo de ilusiones y les hacen creer que lo mejor es vivir de la caridad. Para ellos la dicha son las dádivas, la felicidad es el caos y las adicciones, además que se deleitan del desorden.

TIC en Ecuador: avances y desafíos

Hay que tener bien en claro que sin educación en ningún lugar del mundo hay bienestar, peor progreso. Debemos recordar siempre que el hombre vale por lo que sabe, no por lo que tiene, y muchos países sin mucha revolución se han superado y viven mejor que otros que han sido esclavizados y explotados por falsos revolucionarios.

Los apagones y la educación financiera

Sin estudios o educación no pueden los pueblos progresar, porque en la ignorancia todo el mundo abusa, porque sin educación no hay un buen criterio y se convierten en manadas manejadas por mafias de politiqueros pelafustanes a los cuales se les encuentran los delitos y los niegan con total cinismo. Sin educación solo hay fanatismo, detectan los errores y los justifican sin antes esbozar una sádica sonrisa.

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Familia: la primera escuela

Los hombres con ideales y educados se arriesgan a vivir con dignidad y libertad sus últimos días en unión a su familia. Los ignorantes y mediocres buscarán su mejor lugar en los huecos, las cuevas o en el cementerio. No pueden avanzar mucho los tullidos mentales, como no pueden los sordos disfrutar de una bella melodía. (O)

Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro