Conversaba con un amigo venezolano, igual que yo, sobre la situación energética del Ecuador. Salí de Venezuela a principios de los 2000, escapando de lo que se veía venir, un gobierno que acabaría con todo.

Ciudadanos alquilaron generadores eléctricos para atender en sus negocios en corte de luz en Pastaza y Azuay

Mi hija terminaba sus estudios en una universidad en Quito y estaba de novia con un joven guayaquileño. Deciden casarse y se regresan a Guayaquil. Mi esposa, ante la perspectiva que se nos venía encima, acepta mi idea y nos mudamos a Guayaquil, para estar cerca de nuestra hija y eventualmente de los nietos.

Pero tengo que dar más detalles, Venezuela en los años 70 y 80 con la construcción de las hidroeléctricas: Macagua I y II, la Represa de Guri, Tacoa, la Ramón Laguna en Maracaibo, así como Planta Centro, se generaba suficiente energía para cubrir la demanda doméstica, en general y lo suficiente para suplir al este de Colombia, las Guayanas y el norte de Brasil. Existía un proyecto de esos de características faraónicas de instalar un cable submarino para suplir de electricidad a las islas neerlandesas de Aruba, Curazao y Bonaire.

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Mientras las plantas hidroeléctricas estaban generando la energía eléctrica necesaria, las termoeléctricas diseminadas por el país estaban en pausa para entrar en servicio apenas fuese necesario. Si se generaba un problema con las hidroeléctricas, las termoeléctricas de inmediato arrancaban, se conectaban al sistema interconectado (valga la redundancia) y se cubría la energía faltante, debido a la falla momentánea.

Esto es lo que se sabe del corte de luz de este lunes 23 de septiembre en Ecuador

Aquí venimos al tema que nos interesa. La situación actual de escasez de energía en Ecuador pudiera ser fácilmente subsanada si se hubiesen autorizado las reparaciones a las plantas termoeléctricas que hoy en día están fuera de servicio.

Aquí, las hidroeléctricas están pasando por un proceso de escasez de agua para la generación de la energía y las termoeléctricas están inoperantes, debido a problemas múltiples y no se pueden conectar al sistema eléctrico, para ayudar a paliar la escasez del suministro energético.

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Lo más interesante de todo esto es que hay muchas ofertas para las reparaciones de las turbinas, chimeneas, calderas y otras reparaciones puntuales, con empresas especializadas, pero no se aprueban estos procesos de reparación, ya que la ambición de unos pocos impone esta situación inaceptable para todos. Es preferible comprar unidades obsoletas y con sobreprecio que reparar las plantas existentes, a pesar de que las barcazas no llegarán en el tiempo debido.

Preguntas abiertas: ¿Qué deben hacer el presente y futuros gobiernos para evitar los cortes de luz en Ecuador? (O)

De procederse a reparar las termoeléctricas, lograríamos como país compensar el faltante energético generado por la sequía que impacta las cabeceras de los ríos y que es la culpable de la falta de agua. Las termoeléctricas podrían estar supliendo el faltante energético y valga la repetición, no estaríamos sufriendo estos cortes de energía, que están afectando no solo la producción de las empresas del país, sino que también afecta el día a día de todos los ecuatorianos, a nivel personal, educativo y profesional

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Cuando vine por primera vez a la hermosa ciudad de Guayaquil, a finales de los 90, detectamos los problemas que afectaban ya en aquellos tiempos a las unidades termoeléctricas locales. La falta de interés del personal de esas empresas, así como la motivación personal de cada uno de ellos impidieron que se hubiese logrado reparar las termoeléctricas y por ello, si se hubieran realizado las reparaciones a tiempo, no estaríamos hoy en la situación en la que estamos sumergidos

Yo, de manera personal, estoy retirado y lo más que hago es consultoría, un poco de manera local y el grueso, fuera del país. Pero siempre estaré dispuesto a dar una mano para terminar con esta situación. (O)

Heriberto Acosta Ferro, ingeniero civil, Guayaquil