El artículo 61.1 de la Constitución del Ecuador da el derecho de “elegir y ser elegidos”, y el artículo 142 de esta misma ley da los requisitos para poder ser elegido como presidente, que son ser ecuatoriano por nacimiento, haber cumplido 35 años de edad a la fecha de inscripción de la candidatura, estar en goce de sus derechos políticos y no encontrarse incurso en ninguna de las inhabilidades o prohibiciones establecidas en la Constitución.
La mentira más grande jamás contada
Hago referencia a estas normativas por la gran cantidad de candidatos que se inscriben en cada elección de esta dignidad, porque los requisitos son tan pobres que cualquiera se autonombra candidato a presidente o cualquier otra dignidad, haciendo que el dinero de los ecuatorianos sea malgastado en campañas sosas sin ninguna iniciativa para mejorar el buen vivir de la población.
El presidente Daniel Noboa Azín ha propuesto reformar los artículos de la Constitución 110 y 115, que tratan sobre el financiamiento estatal para las organizaciones políticas, pero los versados en esta materia dieron sus criterios y dicen que no conviene, porque acarrearía que dinero sucio sea usado para promocionar a los candidatos. Y mi criterio es el mismo: que si ellos no reciben dinero del Estado, conseguirán dinero de donde sea y terminarán por vender el país a gente inescrupulosa.
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Y no estoy de acuerdo, y doy mis razones que creo son valederas. Pienso que se debería seguir financiando con recursos del Estado, pero bajo las siguientes premisas:
Primero, los candidatos deberán firmar un compromiso de aceptación y avales de garantías por los recursos entregados para su promoción, que, si sus candidaturas no consiguen un 10 % de votos del padrón, quedan suspendidos de participar en las tres siguientes elecciones, nacionales o provinciales. Segundo, los candidatos que no lleguen al 10 % de votos del padrón deberán devolver el valor utilizado en su promoción, con un recargo del 300 %, en un plazo de 90 días; de no hacerlo, se cobrarán las garantías entregadas. Tercero, los partidos y movimientos políticos que hayan auspiciado dichas candidaturas quedarán suspendidos de toda participación y de todo financiamiento estatal, por el doble del tiempo que se anuncia en el numeral 1.
Señor presidente, con estas modificaciones a la ley de elección, no habrá tantos candidatos que solo ingresan a la lid electoral por figurear y no porque verdaderamente desean servir al país. (O)
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Francisco René Alcívar Villegas, CBA, Guayaquil