Todos estamos conscientes de que el avasallador triunfo de la democracia en nuestro Ecuador se debió al voto razonado, inteligente y sesudo de los ecuatorianos y que, increíblemente, tuvo como principales protagonistas a los adultos mayores o personas de la tercera edad. Esto significa también que, a nivel de país, hemos madurado políticamente y, de esta manera, estamos en posibilidad de vencer a las fuerzas del mal como la delincuencia.
La inusitada y sorpresiva victoria electoral, del pasado domingo 13 de abril, no la hubiésemos conseguido sin la ayuda de nuestros adultos mayores quienes, venciendo dificultades físicas, acudieron masivamente a las urnas a depositar su voto y así cumplir con el sagrado deber del sufragio y, más aún, en los álgidos momentos en que la patria necesitaba de su patriótico contingente.
Publicidad
Ellos, las personas de la tercera edad, son los verdaderos héroes sin capa que, por su apoyo a la libertad y la democracia, deberían ser reconocidos y gratificados de alguna manera, yo sugeriría a las autoridades electas que consideren lo siguiente: mejorando sus condiciones de vida, revisando las pensiones jubilares, mejorando sustancialmente los servicios de salud y haciendo efectiva la devolución del IVA en forma oportuna, derechos adquiridos que, hoy más que nunca, deberían ser tomados en cuenta.
Señor presidente electo, Daniel Noboa Azín, y señora vicepresidenta, María José Pinto, la gratitud, a no dudarlo, es uno de los sentimientos más valiosos del ser humano, hagámoslo tangible a través de estos reconocimientos y gratificaciones que los adultos mayores se lo tienen bien merecido por su valiosa y activa participación en pro de nuestra libertad, nuestra democracia y, consecuentemente, esa paz tan anhelada con la que todos soñamos. (O)
Publicidad
Fabiola Carrera Alemán, Quito