En esta ocasión la felicidad fue completa. Le ganamos 3 a 1 a Jamaica y empatamos con México, con lo cual pasamos a la siguiente ronda y México no clasificó.
Se está jugando gran fútbol en la Copa América, con sede en Estados Unidos. No pude ver el partido, pero me indicaron que el encuentro entre EE. UU. y Uruguay fue fantástico. Uruguay le ganó por un mínimo puntaje, el dueño de casa y anfitrión se quedó fuera, así es el fútbol impredecible hasta el pitazo final.
Hoy le toca a la Tricolor enfrentarse a los campeones del mundo, Argentina, y Ecuador estará presente con todo su plantel para intentar ganarle el partido. Un empate sería una victoria, pero Argentina también jugará con todas sus estrellas, incluido Messi, que al parecer tiene una molestia muscular, por lo cual dependerá de los médicos de su selección si juega.
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Este es un gran reto y gran futuro para el director técnico de nuestra selección nacional. Lo noté positivo en sus declaraciones, pues cuenta con un plantel joven, rápido y coordinado, sin embargo, mucho dependerá de la alineación y del comportamiento en la cancha de los jugadores.
Si neutralizan a Messi, los otros jugadores que tienen, tendrán más tiempo la pelota que él y tratarán de ganarse los puntos. La Tri tiene que ir resuelta a ganar, a subir y bajar la cancha, a neutralizar a los delanteros argentinos y también jugar al contragolpe.
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Deberán cuidarse las piernas, por cuanto los argentinos entrarán a faulear a los nuestros, como lo intentaron y lo lograron los mexicanos y los jamaiquinos. Hay que neutralizarlos, evitar el pelotazo y patear al arco con dirección. Si así jugamos, el equipo argentino se pondrá nervioso, pues el hecho de ser “campeones mundiales”, no siempre es un factor favorable, por cuanto el estrés los perjudicará.
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La barra es siempre un factor importante; si los jugadores sienten el apoyo del público desde las graderías tendrán un mejor desempeño.
La suerte está echada. Como ecuatoriano quiero que gane la Tricolor, como, analista, espero un empate (que ya es un triunfo). Veamos cómo nos va, el pitazo final lo decide todo. ¡Viva la selección ecuatoriana! (O)
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Sucre Calderón Calderón, abogado, Guayaquil
