Es penoso saber que convivimos y estamos rodeados de gente que de todo le culpa al Gobierno central, cuando en realidad son competencias y por ende responsabilidad de los gobiernos locales o municipales.
Quito se está convirtiendo en un pueblo, por donde se camina existe la falta de atención y control de las distintas agencias, secretarías y demás departamentos encargados de mantener el orden, para un mejor convivir ciudadano.
Día a día van en aumento las ventas informales, que generan congestión, contaminación y zonas ideales para delinquir. Las aceras se han convertido en verdaderos almacenes, mercados o centros comerciales ambulantes. Las disposiciones, leyes, normas y ordenanzas están solo en el papel. Los negocios formales e informales se toman las aceras, ya sea para poner mercaderías o convertirlos en parqueaderos. Postes que utilizan para poner publicidad, muchas veces restando o menospreciando las señaléticas de tránsito.
Publicidad
Las autoridades deben garantizar la seguridad de los ciudadanos, pero no es así. Conductores y peatones estamos expuestos porque en toda esquina hay un negocio y hasta quioscos.
La nueva administración utiliza el eslogan “Quito renace”, de todo corazón y como quiteño me gustaría que fuera así. Hay que comenzar a trabajar para que la capital del Ecuador recupere su esencia.
El espacio público es un bien de todos los ecuatorianos, no de algunos que aparecen con permisos, ya sea de las administraciones zonales o de la Agencia Metropolitana de Coordinación de Comercio.
Publicidad
El correísmo no estaba muerto, andaba de…
Alcalde Pabel Muñoz, si bien usted, creo, ganó con un 25 % de los votos, gánese al resto con buenas y transparentes acciones.
Durante diez años he venido denunciando o pidiendo diversas situaciones, me dan largas y a la cansada se atiende lo antes solicitado. O se justifican con el artículo 226 y 227 de la Constitución, pero no lo aplican todo. El artículo 226 dice: “Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución”. Y el artículo 227 indica: “La administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación”.
Publicidad
En palabras sencillas, Quito necesita gente honesta que mire hacia un futuro mejor, donde tengamos una buena vialidad, aceras libres para los peatones, vías debidamente señaladas, un buen servicio público de transporte para contrarrestar la contaminación, control de las reglamentaciones de las vías, control a taxistas que hacen uso y abuso de los sitios comerciales o de las paradas de la Ecovía, Metro, Trolebús, terminales terrestres y otros.
Los que habitamos en esta hermosa ciudad queremos que se recupere esa ciudad amigable. (O)
Luis Gonzalo Padilla Argüello, Quito