En un entorno cada vez más afectado por la inseguridad y la violencia, la educación castrense surge como una alternativa efectiva para inculcar valores esenciales. Esta modalidad, fundamentada en principios militares, no solo destaca la disciplina y el respeto, sino que también fomenta la responsabilidad, el trabajo en equipo y la lealtad. Estas cualidades son vitales para combatir la degradación de los valores tradicionales en nuestra sociedad.
Con 1.700 alumnos, el colegio Teniente Hugo Ortiz vuelve a ser administrado por las Fuerzas Armadas
En un contexto donde muchas familias no pueden desempeñar completamente su papel formador, las instituciones castrenses ofrecen un apoyo crucial. La estructura rigurosa y el enfoque en la formación integral de los estudiantes les proporcionan una educación que trasciende lo académico, abarcando aspectos éticos y morales indispensables para su desarrollo como ciudadanos responsables y comprometidos con su comunidad.
La propuesta educativa castrense al promover una cultura de valores firmes contribuye de manera significativa a la creación de un entorno más seguro y cohesionado, donde el respeto, la honestidad y el sentido del deber son fundamentales para el bienestar colectivo. (O)
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Carlos Manuel Massuh Villavicencio, magíster en gerencia educativa, Daule