Los jubilados ecuatorianos vemos con satisfacción y agrado la Ley de Alivio Financiero, puesto en vigencia por el presidente constitucional Daniel Noboa, que favorece a la gran mayoría de los ciudadanos ecuatorianos y empleadores del sistema financiero, con el objetivo de evitar el despido de los empleados.
No obstante, vemos con sorpresa que en esta ley no se ha tomado en cuenta a los jubilados ecuatorianos que somos el grupo más vulnerable de la sociedad ecuatoriana, dejándonos en indefensión a los hombres y mujeres de la tercera edad que hemos dejado la mayor parte de nuestras vidas trabajando al servicio de la sociedad.
En tal virtud, conociendo de la alta calidad humana, de equidad y justicia del señor presidente, le propongo:
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La mediocridad y el asombro en la Asamblea
Primero, que nos conceda tres meses de gracia en los pagos de préstamos quirografarios e hipotecarios sin pago de intereses. Segundo, incremento del 10 % de capacidad para realizar préstamos quirografarios permanentes, ya que no tenemos para comprar medicina y pago de atención médica, porque el IESS se encuentra limitado en esos requerimientos, además de que la canasta familiar se ha incrementado onerosamente. Tercero, pago del bono de compensación jubilar por años de trabajo acorde a lo dispuesto por la Constitución Política del Estado, porque en la Universidad de Guayaquil (UG) se han inventado un reglamento que regula ese pago a los docentes violando nuestros derechos constitucionales, además de ponerse al día hasta el presente año, 2024. Quinto, se cumpla lo dispuesto por la Corte Constitucional para que se continúe pagando la jubilación complementaria en la UG. Sexto, que el incremento de pensiones anual de los jubilados se cumpla como lo regula el propio IESS. Séptimo, se dé preferencia a los jubilados del país a la atención médica especializada, que lamentablemente no se cumple. Octavo, se dote de los medicamentos necesarios en el IESS que claman los jubilados ecuatorianos. Noveno, que el MSP, facilite el carné de discapacidad a los jubilados que demuestren documentalmente sus incapacidades, sin dilaciones. Décimo, que se devuelva el IVA puntualmente a los jubilados y adultos mayores. (O)
Juan Rafael Marín Larreta, jubilado, Guayaquil
