En redes y prensa se comenta que hay un proyecto de ley de defensa animal, en el cual se prohíbe la pesca deportiva. Tengo animales domésticos a los cuales cuido con mucho afecto. Pero eso nada tiene que ver con los extremismos. Si se prohíbe la pesca deportiva, se quedarán sin empleo cientos o miles de personas de los clubes de pesca en todo el país, incluyendo los de servicio y limpieza, marineros, mecánicos y más, pues los dueños venderán a profesionales sus lanchas, o las tendrán semiabandonadas.

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Además, es una injusticia que quien pesca deportivamente no pueda disfrutar de su pesca con su familia. Es obvio que para que coma un pescado, ya sea capturado por él mismo, o ya sea comprado, tiene que morir un pez, esa es la ley de la vida. Entonces, la finalidad de evitar innecesariamente el dolor de los animales no se cumplirá, pero causará grave dolor a los que quedarían desempleados y a sus hijos. (O)

Patricia Espinoza Flor, Guayaquil