En política es tan difícil, a veces, ponerse de acuerdo, pero no imposible. En aras del bien común, por el bien del país, debe ser posible ponerse de acuerdo; es una manera concreta de ser patriotas, de hacer patria.
Con los resultados de las elecciones del 9 de febrero, la Asamblea Nacional quedó partida en dos, con dos bloques legislativos bien definidos: Revolución Ciudadana por un lado y Acción Democrática Nacional por el otro, quedando los restantes asambleístas repartidos, y siendo estos los votos decisivos ante los procesos parlamentarios.
Para dar gobernabilidad, entonces, a cualquiera que gane las elecciones presidenciales es imperioso que exista un diálogo fluido entre Ejecutivo y Legislativo; caso contrario, va a existir un bloqueo que no ayudará a nadie. Esperemos que los acuerdos se den por el bien del Ecuador. (O)
Publicidad
Cristhiam Carpio Castro, Guayaquil