¿Elegir a quiénes? Nada menos que a los ciudadanos que ocuparán las más altas funciones del Estado. Pero ¿nos preparamos para esta trascendental y obligatoria tarea que la patria requiere, hoy más que nunca?

Muchos ciudadanos sí se preparan. Recurren a fuentes confiables de información, no solamente sobre los candidatos que les simpatizan, también sobre los que no. Ellos buscan si estos políticos han actuado con compromiso social alguna vez antes de su candidatura; su plan de gobierno; si son aplicables sus propuestas de acciones para solucionar problemas; cómo ejecutarán sus propuestas; entre otros aspectos.

Demagogia y politiquería

Lamentablemente, hay una mayoría que no se entera o no quiere enterarse de ninguno de los aspectos mencionados y llega a las urnas sin tener claro por quién vota. Y no me refiero a quien se echa culpa de no votar bien: al “pueblo”, como llaman algunos sectores a las mayorías populares.

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No se trata del triunfo del ‘yo’, sino del ‘nosotros’, los ecuatorianos. Es importante darnos cuenta de la necesidad de informarnos de a quién le damos el voto. Hay también quienes se preguntan ‘¿Para qué votamos?’, pues votamos para que los ecuatorianos tengamos asegurada la salud, asistencia profesional y medicamentos; ingreso a los centros educativos a un elevado nivel de formación de todos los niños y jóvenes; trabajo digno con todos los beneficios de ley, etc.

Preguntas abiertas: ¿Qué expectativas le generan las elecciones generales del próximo 9 de febrero? (O)

¿Tienen conciencia, compatriotas, de que la obligación de votar con responsabilidad va más allá de la obligación legal? Es una obligación moral, ética y de una conciencia social, que siente y nos hace a cada ciudadano responsables por todo lo que pasa y no pasa en el Ecuador. (O)

Rosa Lalama Campoverde, Guayaquil