El amor… el amor, una palabra tan cortita de apenas cuatro letras que constituye el motor del mundo ya que, increíblemente, engloba tantos sentimientos, actitudes y respuestas. Sentimiento universal y bíblico que, hoy y siempre, se ha constituido en el eje fundamental de toda la historia de la humanidad comenzando por el amor propio, el de pareja, familia, pueblos, naciones, los conflictos mundiales y sus reconciliaciones hasta concluir, algunas veces, con la anhelada paz que todos necesitamos.
A propósito nos preguntamos: ¿en la actualidad es el amor o el odio el que predomina en el mundo? Me atrevería a responder que el amor, este es el que une seres humanos, pueblos, naciones, etc. Relativamente son pocos los que, llevados por el odio, ejercen la violencia, la crueldad, practican la maldad, promueven los conflictos familiares y por qué no, hasta las guerras.
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Al menos en estas fechas pensemos optimistamente y vislumbremos, por momentos, un mundo más equitativo y feliz para nuestra descendencia. Un mundo en el que reinen la paz, la justicia, la solidaridad y, consecuentemente… el amor.
En fin, durante esta época, soñar no cuesta nada. (O)
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Fabiola Carrera Alemán, poeta, Quito