Es necesario e imperioso en estos días educar en democracia a nuestros hijos y estudiantes, independiente de la ideología o tendencia política, lo cual implica ser amantes del derecho; pero también de los deberes, del respeto irrestricto a la Constitución, leyes y reglamentos, ordenanzas, códigos, etc.

El gran debate

La justicia debe ser un imperativo en una sociedad que admira la viveza. Caso contrario, imperará la ley del más fuerte, y la descomposición social seguirá en una pendiente resbaladiza con consecuencias nefastas, que ya estamos observando, donde los tentáculos de la corrupción se han extendido incluso en los ámbitos del servicio público del Ecuador. (O)

Cristhiam Carpio Castro, Guayaquil