Con este título, parafraseando al internacionalista Leopoldo Benítez Vinueza, respaldamos la actitud del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y otras autoridades seccionales ante la tragedia ocurrida en Baños, Penipe, Monte Verde y las zonas aledañas. El MTOP ha actuado diligentemente tratando de minimizar los efectos destructivos del invierno, movilizando maquinaria pesada, hay personal suficiente, tratando de resolver los problemas emergentes resultantes. Es más, aplaudo la decisión de montar un puente Bailey de 45 metros para habilitar la vía al Puyo. Pero en Manabí sigue postergada y sin ninguna esperanza de solución de ninguno de los problemas que la afectan.

El verdadero efecto del IVA

Empezamos por el puente en la principal carretera de la provincia, Montecristi-La Cadena, que colapsó hace más de tres años y no hay ni siquiera una fecha probable de que sea repuesto. El puente en Baños fue montado en un plazo normal para este tipo de estructuras, que es alrededor de diez días.

Ahora hacemos alusión a la represa Río Grande, proyecto inconcluso y con problemas técnicos persistentes, desde la culminación de la pantalla, en uno de cuyos anclajes hay una berma y las filtraciones en el túnel de descarga, que se incrementan día a día. Con técnicos idóneos, estos problemas pueden ser subsanados.

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Perteneciendo a una provincia de gran acervo histórico, con una inmensa aportación a la nacionalidad ecuatoriana, tenemos el imperativo de reclamar nuestros derechos frente al bicentralismo absorbente y nefasto.

El país no tiene ni tiempo ni dinero para obras faraónicas. Manabí no exige megaobras: solo completar tramos cortos que faltan para que toda la vía Montecristi-La Cadena tenga cuatro carriles. La carretera San Plácido-Pichincha, un recapeo y fabricar variantes para hacerla más segura. Culminar los canales de riego en el valle del Río Portoviejo y terminar los canales de regadío Carrizal-Chone. Lo que sí exigimos es que Manta, el mejor puerto en el Pacífico, tenga las mismas prerrogativas que los puertos marítimos de Guayaquil, Posorja y Puerto Bolívar. (O)

Carlos Alberto Bernal Lange, ingeniero civil, Portoviejo