Al recordar el Día de la Mujer, la voz de la maestra se eleva diáfana, pura y llega con un saludo fraterno a todas las mujeres que se unen en estrecho abrazo regando pétalos perfumados de sus almas, para buscar la luz vivificante entonando el himno del deber con la sociedad.

En la actualidad es evidente que la mujer ha conquistado todos los campos del saber humano. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial que conmovió intensamente a la humanidad llenándola de dolor, un grupo de mujeres emprendieron un verdadero movimiento femenino en aras de la paz, protección a los niños y en defensa de la igualdad de derechos para la mujer, se proclamó el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer.

Prosa para ti, mujer

Hoy que marcha a la vanguardia de sagrados ideales, a la mujer universal un cálido saludo. Va la voz de admiración y simpatía a la madre y esposa que solicita entrega a todos los suyos, su ternura con plena conciencia del deber y el derecho imprimiendo nuevos valores lógicos y morales como aporte eficaz a la sociedad.

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Hoy quiero saludar a la mujer obrera que, con manos encallecidas y almas blancas, entrega cánticos de paz.

A la maestra que hace de su alma un santuario y representa el sacrificio, con su alma llena de luz, ilumina y orienta los que son parte de su vida y a sus estudiantes.

El amor es eterno

La mujer representa la rebeldía noble y altiva de los pueblos y la victoria final del derecho de la justicia contra la injusticia.

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Mujeres cultivad en vuestros hijos la franqueza, la tolerancia, la fraternidad, la generosidad, el amor a todos los seres de la naturaleza, y así pondréis los cimientos sobre los cuales se levantará un pueblo virtuoso y progresista.

Por eso desde lo infinito del alma, hoy se levanta la llama que se proyecta en los horizontes para llegar a la mujer universal, con el más ferviente saludo fraternal. (O)

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Esneyder Castro Salvatierra, docente, Jipijapa