El presidente-candidato Daniel Noboa acepta los vuelos militares indignos cargados de migrantes ecuatorianos indocumentados. Los compatriotas regresan esposados, encadenados y con grilletes en los tobillos, según varios testimonios. La truculencia de Donald Trump de expulsar gente y negar la ciudadanía estadounidense a los hijos de indocumentados que han nacido allá causan rechazo y provocan complicaciones a mediano plazo. El desequilibrio progresivo de nuestra economía, que se sustenta en la llegada de remesas que provienen de Estados Unidos. Así, el futuro de muchas familias retornadas está de nuevo aquí, aumentando la cantidad de desempleados, en un Estado frágil que no logra responder a sus derechos, bienestar y calidad de vida.
Próximo mandatario, ¡hay asuntos pendientes!
Trump busca albergar a 30.000 indocumentados en una base militar en Guantánamo, ordenó la salida de funcionarios de su país de la Organización Mundial de la Salud y se alejó de la acción climática global que causó que el 2024 fuera el año más caliente de la historia, todo para aumentar la producción de petróleo y gas, y reducir los incentivos para vehículos eléctricos. La ironía y controversias fueron más allá. En torno a un último accidente aéreo causado por la colisión entre un helicóptero militar y un avión comercial, Trump acusó del hecho a quienes contrataron personas con ‘discapacidades intelectuales y psiquiátricas graves’. Estas frases y otras situaciones agudizan los problemas sociales, económicos y ambientales del continente. ¿Incertidumbre mundial?
En un contexto diplomático y de novedad tecnológica, la cooperación en seguridad y la lucha contra el narcotráfico son las que fortalecen la relación bilateral entre Trump y Noboa. (O)
Publicidad
Kléber Mantilla Cisneros, docente universitario, Quito