Es muy perverso espantar y enfermar a los animales con el ruido de los juegos pirotécnicos.

Las mascotas, los perros y los gatos se aterrorizan; de otro lado, las aves vuelan desorientadas en la noche.

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Creo que no es bonito celebrar de dicha forma el 31 de diciembre con ruido. (O)

Rodrigo Lasso Donoso, Bahía de Caráquez