La fiscal general del Ecuador, Diana Salazar Méndez, es una persona que se merece el sincero reconocimiento a los tributos que con su desempeño, trabajo y esfuerzo se los ha ganado, como es justicia, valor, rectitud, transparencia, honestidad, honradez, firmeza, entre los valores más importantes, convirtiéndose en la mujer que ha inaugurado la justicia para los de cuello blanco.
Por tanto, la doctora Salazar amerita la recomendación de su nombre para las futuras generaciones de nuestra patria. Todos debemos mostrar nuestro más profundo agradecimiento a la meritoria actividad cumplida en su brillante ejercicio profesional, como también en sus nobles virtudes. Demostrándolo con concretas y reales actuaciones, su condecoración con placas, monumentos etc., su nombre en calles, plazas y en las instituciones públicas, como por ejemplo en las facultades de Jurisprudencia del país. Hago un llamado a periodistas, escritores, poetas y artistas de nuestra cultura nacional para que se integren con sus conocimientos en este gran homenaje. Que con su ejemplo la fiscal multiplique su modelo en el diario vivir de los ecuatorianos para así construir una patria grande y poderosa al servicio de todo un pueblo. Para concluir pido que Dios le dé muchas bendiciones, una larga vida y la proteja. (O)
Vicente Eduardo Ocaña García, médico, Guayaquil