Durante esta pandemia perdí a mi padre, médico general del Hospital de Vinces. Fue el 25 de marzo cuando dejó de existir y desde allí empezó un largo camino para mi madre de 68 años y para mí.
Recuperándonos en esos días tuvimos que informarnos por internet qué trámites había que hacer entre montepío, recuperar fondos, proceso de jubilación, etc. Dado que los trámites en abril se hacían en línea, empezamos con el del montepío. Luego de varios correos y envío de documentos, el 13 de mayo nos informaron que mi madre podía ir a dejar los papeles en el edificio de Pensiones del IESS, avenida de las Américas y Plaza Dañín hasta las 13:00. Mi madre y yo, tapadas hasta la coronilla, fuimos ese día. Estamos 17 de septiembre y las veces que ha ido, siendo vulnerable al contagio, le han dicho que “debe esperar”.
En junio empezamos el trámite para recuperar el dinero de la cuenta de mi padre de una entidad bancaria en la ciudadela Alborada. Nos levantamos muy temprano
para hacer la fila. Fue una mañana estresante. La persona que atendió no fue amable, dijo que ya se iba, siendo las 10:00, y que del trámite sabía su otra compañera que llegaría más tarde. Luego de volver a hacer la cola, una persona nos dio un listado de requisitos. Desde ese mes hemos tratado de ingresar los documentos al banco y siempre falta una coma, un punto, una s…
Mi padre trabajó en Vinces, falleció sin recibir su pensión jubilar trámite que ahora hace mi madre, quien ha ido a dicha ciudad varias veces para dejar documentos en el distrito zonal del Ministerio de Salud. Aprovechando sus idas, hace dos semanas dejó los documentos completos en una sucursal del banco, porque le dijeron que era posible, para luego continuar el trámite en Guayaquil. Esta semana fue porque nadie la llamaba, no le habían informado. Regresó a Guayaquil, sigue en espera.
Es posible que esta historia se repita en cientos de personas en el país, ¿es justo en luto sufrir largos procesos por obtener lo que por derecho nos pertenece? A las entidades y al Gobierno pregunto ¿hasta cuándo hay que continuar escuchando “debe esperar”? (O)
Diana Victoria Guananga Escobar, diseñadora y productora audiovisual, Guayaquil