Debido a que los ministerios de Salud en muchos países no se abastecen para suplir las ingentes necesidades de la sociedad, es importante que los gobiernos atiendan los problemas de manera urgente.

En Ecuador, el proyecto de Ley de Emprendimiento e Innovación que fue implementado el 4 de febrero de 2019, con sus 52 artículos y 6 disposiciones transitorias tiene muchas falencias en su aplicación efectiva, por cuanto la CFN en el 2018 prestaba a los emprendedores al 8,95 % y en el año 2019 lo hizo cobrando el 11 %; es decir con incremento del 2,05 %, con lo cual no existe incentivo para el emprendimiento. En los países emprendedores de América Latina sus ministerios de Salud no se abastecen para mantener vivos a sus ciudadanos.

La tercera potencia mundial del emprendimiento 2020 es la India, considerado país emergente con 1300 millones de habitantes y el 30 % son personas muy pobres, de pobreza extrema, viven con 1,25 dólares al día. El salario mínimo vital (SMV) es de 48 duros. El Ministerio de Salud de ese país no tiene los recursos para satisfacer las enfermedades, al menos por la pandemia universal (coronavirus). Al frente de este problema estuvo el economista bangladesí Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz, para ayudar a esta gente muy pobre entregándole microcréditos.

En el caso de Ecuador, donde el SMV es de 400 dólares mensuales, con una población de 16 millones de habitantes, sería muy importante la participación de personas de negocios, que emulen al economista Yunus en el desarrollo humano, y a otros en trabajos financieros, den microcréditos a la gente de pobreza extrema en Ecuador. El Ecuador terminó el 2019 con 25 % de pobreza y 3,8 de desempleo, y ha generado un porcentaje de emprendimiento en el orden del 33 % que corresponde a la tasa de actividad emprendedora. Ahora es importante emprender en el consumo de bebidas calientes con limón, elaborar mascarillas, alcohol casero y ropa adecuada, por el coronavirus. La sociedad de los países se merma con las pandemias, si no emprenden no se alcanzaría un retorno de la inversión social, la cual es vulnerable. El esfuerzo es de todos.(O)

José Víctor Arrobo Reyes,

economista, avenida Samborondón