Qué maravilla de tantas “ansias de servir” a esta tan golpeada patria. Uno se pregunta ¿será gente de verdaderos principios aplicados a sus sentimientos de amor a su terruño?, ¿serán capaces de administrar técnica y honestamente los recursos que les serán confiados? Mientras tanto, no queda más que ser optimistas y esperar de los triunfadores lo mejor de sí, y recuerden el clásico juramento “si así lo hacéis la patria os premie, de lo contrario os lo demande”. Por otra parte, como guayaquileño estoy a la expectativa ante un cambio de administración, pues quién puede negar los importantes logros de progreso urbanístico que disfrutamos, solo me preocupa si la futura administración continuará con este rumbo y sobre todo que los problemas agudos del ordenamiento del tránsito sean atendidos. Por ejemplo, los guayaquileños en la ciudadela Miraflores estamos esperando la semaforización de la avenida Central, la cual como cuenta con cuatro importantes avenidas mantiene un continuo flujo de vehículos, cuyos conductores abusan de la velocidad convirtiendo la avenida en autopista. Se hace totalmente imposible para un peatón cruzar esta vía a cualquier hora del día o la noche; pensemos por favor en las personas de la tercera edad. En esta ciudadela se observa la pérdida de la capa de asfalto en algunas calles, ocasionando que se formen baches. Los conductores al desviar los baches pueden provocar accidentes. Qué bueno sería recibir la visita del edil correspondiente para que constate estas anomalías.(O)

Alfredo Minervini Faillace,

jubilado, Guayaquil