Nada ha cambiado en el Gobierno, seguimos con el mismo viejo método de raspar la olla hasta que se deteriora, empieza la comida a generar daños y hay que repararla… ¡siempre es mejor actuar antes!… Hay demasiados casos.
Uno, el más dramático es que el fondo de pensiones del IESS por segundo (¿o tercer?) año consecutivo tomará cerca de 2.000 millones de dólares de sus ahorros para pagar las jubilaciones. Parece que en el IESS (¿y el Gobierno?) esto no llama la atención, se dice que hay tiempo para resolver el problema, porque el fondo de ahorro a este ritmo aún dura unos 6 años, ¡qué barbaridad! Insisto en lo dicho en otra oportunidad: es como si usted a los 40 años empieza a crear un patrimonio para su jubilación, pero a los 50 decide tomarse ese patrimonio y a los 60 empezar a reconstituirlo. Demasiado tarde, ¡cada vez es más pesado hacerlo! Es un tema acuciante que hay que resolver ya, y eso nos va a costar a todos, como contribuyentes, afiliados o jubilados. No nos engañemos.
Dos, el propio ministro de Finanzas ha anunciado con tranquilidad que ha tomado 300 millones del dinero destinado a Manabí porque no están siendo utilizados y que los devolverá cuando se requiera (¡ojo es lo mismo que dijo en el Gobierno anterior cuando eliminó el aporte del 40% para jubilaciones, que la ley señala: que se retomará el mecanismo cuando el IESS lo requiera!). Ante la presión pública, ya los devolvió, pero qué barbaridad ese abuso de los fondos públicos, ¡los ciudadanos aportamos por el terremoto, no para otros gastos!
Tres, a los bancos estos años se les ha obligado a depositar más recursos en el Banco Central (ojo, recursos nuestros, depósitos nuestros), y alegremente el BCE ha prestado esos fondos al Gobierno (bueno, prestado es una palabra errada, porque en realidad se los ha apropiado sin pedir a nadie). El BCE se ha tomado no menos de 1.000 millones de nuestros depósitos para dar liquidez al Gobierno. ¡Otra barbaridad peligrosa!
Y esto se agrega a otros fondos que han ido a manos del Gobierno directa o indirectamente, como el Fondo de los Maestros, las deudas que contrató Petroecuador para darle al Gobierno (lo cual es ilegal), sin mencionar deudas disimuladas como los contratos de servicios con compañías petroleras que incluyen un adelanto de fondos (ese adelanto se va pagando regularmente como cualquier deuda), y no se diga las preventas petroleras que obviamente son deuda (es como si su empresa le adelante su sueldo del año, y luego le va descontando cada mes con intereses… ¿quién puede pretender que usted no está endeudado con la empresa?) y además es una deuda en condiciones muy costosas (según los especialistas recibimos al menos 3 dólares por barril por debajo de lo razonable… teniendo en cuenta que exportamos 120 millones de barriles al año, haga usted las cuentas).
Cuando se habla de poner la casa en orden, de eso se trata: (entre otras cosas) dejar de raspar la olla, y hacerlo a tiempo. (O)