Ciudad Diagonal Barcelona, donde habita “lo vip de lo cool” de Cataluña. En esta exclusiva zona crecen como familia y pareja los Piqué Mebarak. Nacidos el mismo día, con diez años de diferencia, el jugador del Barça le manifiesta a la madre colombiana de sus dos hijos que algo le tapa su futuro. Tomando en cuenta los casi dos metros de altura de Piqué, el obstáculo no es físico sino mental y sentimental. Él se afirma y confirma catalán y en estos días se le ha hecho incómodo entrenarse con la selección española.
La misma selección que se proclamó campeona del mundo en el 2010. Entonces, el joven Piqué se preparó en un campo de fútbol de Madrid para darlo todo en Sudáfrica con la camiseta de la Furia española, el mismo año que Shakira ensayó para saltar al escenario con el Waka Waka y asaltar el corazón del dueño de unos hermosos ojos azules.
Un día después del referéndum secesionista, Piqué, el culé que sabe jugar partido de nervios, fue a los entrenamientos con la selección y le cayó la tomatina de insultos y abucheos luego de su lamento mojado, en el que insistió en su defensa a votar por la independencia de Cataluña.
En la Ciudad del fútbol, en un ambiente que debía ser de algarabía por tener casi en las manos el pasaporte para el Mundial de Rusia, la selección se concentró con una tensión fuera de lo común, por el separatismo. Dentro de la concentración, el niño mimado de Sakira agarró las redes sociales para seguir tecleando en contra de la actuación de la Policía, decir que no es imprescindible ser un patriota para ir con la selección y criticar a Rajoy.
No es desconocido que Piqué da guerra acaparando redes sociales en contra del Real Madrid y viceversa, pero en representación del club merengue está Sergio Ramos. Sin embargo, es un deleite ver conjugados a estos dos defensas del equipo español, aunque el gentilicio del uno sea “catalán” y del otro “español”. Piqué y Ramos forman una de las mejores duplas de zagueros centrales del mundo.
En medio del ánimo caldeado no hay que perder de la memoria que hace siete años Piqué logró su máxima conquista deportiva con el equipo de España y hoy, aunque sea el jugador más odiado, los hinchas no pueden depositar en la amnesia aquella alegría en Johannesburgo.
Deportistas de España, como Piqué, han hecho públicas sus opiniones acerca de la independencia de Cataluña. Unos algo desatinados con un tema que genera opiniones diversas y hiere sensibilidades. Otros, en cambio, con prudencia, coherencia o conveniencia han decidido envolverse en la bandera nacional y decir que prefieren una España unida.
Luego de las críticas Piqué intenta salir del paso, asegura que no se ha posicionado en ningún bando y que no es su caso, pero que un independentista podría jugar en la selección española. Propongo mejor que Shakira se lleve a Piqué en bicicleta pa’ el Tayrona, se relaje un poco y luego regrese pa’ Barcelona. (O)