Una escena repetida: el protagonismo del teléfono móvil. Puede haber tres o cuatro amigos, o miembros de una familia tomando unas cervezas o unos helados, comiendo, y apenas conversan porque no paran de enviar y mirar mensajes o internet.

Dejar a un lado el teléfono móvil facilita el descanso de la persona y de los demás, pero los adictos al celular parecen seguir aumentando. Pasan cinco horas y 20 minutos, como media al día, pegados al aparatito.(O)

José Morales Martín, Palafrugell, Girona, España